El inspector jefe del grupo local de la Policía Científica de Alcalá de Henares, Luis Martín Gómez, reveló ayer que entró en la furgoneta Kangoo hallada en esta localidad madrileña a primera hora de la mañana del 11-M. Sin embargo, aseguró que no lo hizo para inspeccionar el vehículo, sino para colocar el cambio de marchas en punto muerto y facilitar el enganche del vehículo a la grúa que había de transportarlo al complejo de Canillas (Madrid).

Hasta la comparecencia de Martín en la comisión, la versión oficial era que, mientras la furgoneta permaneció en Alcalá de Henares, sólo entró en ella un perro guía detector de explosivos después de que se forzara la puerta trasera. El inspector explicó que, él entró por la misma puerta, abrió el seguro de la puerta del copiloto y, entró para mover el cambio, pero que no detectó ningún objeto que le llamara la atención.

Luis Garrudo, el portero que descubrió la furgoneta el 11 de marzo, declaró la semana pasada que había visto abrirse otras puertas además de la trasera. El comisario jefe de la Policía de Alcalá de Henares, Eduardo Blanco, insistió en que ninguna persona había entrado en la furgoneta.