El Partido Popular es la única fuerza política que ha acogido con satisfacción el último exabrupto del presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, quien el pasado lunes acusó indirectamente a Pasqual Maragall de promover "el pillaje más absoluto" por parte de Cataluña sobre otras comunidades. Ibarra también acusó al presidente andaluz, Manuel Chaves, de "subirse al carro" de las iniciativas del presidente de la Generalitat catalana.

En alusión a las propuestas de Maragall de que la Constitución contemple el carácter de nacionalidad histórica de Cataluña, Ibarra dijo que Extremadura se ofrece para "frenar" el "vendaval de adjetivos" con el que algunas comunidades pretenden distinguirse del resto y lograr "réditos dinerarios".

Las manifestaciones de Ibarra fueron hechas pocas horas después de que el líder del PP, Mariano Rajoy, tras reunirse con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, asegurara sentirse "muy preocupado" por el "letal" debate territorial. Ayer, el coordinador de Comunicación del PP, José María Michavila, se preguntó "qué cosas sabrá" Ibarra "sobre su propio partido" para llegar a pronunciar esas "descalificaciones" e "insultos" sobre otros dirigentes socialistas.

SIN INFLUENCIA De un modo muy distinto se expresó el ministro de Trabajo y primer secretario de los socialistas catalanes, José Montilla. Este afirmó que las posiciones del presidente extremeño en esta cuestión "en algún caso rayan lo cómico".

El presidente de la Junta de Andalucía no quiso dar importancia a las descalificaciones y se limitó a decir que "son las cosas de Ibarra". Chaves pidió "un debate tranquilo y sereno", exento de dramatismo, informa Julia Camacho.

Más contemporizador, el portavoz parlamentario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó que, a pesar de que el político extremeño se caracteriza a veces por "unas formas duras de expresar las cosas", su opinión es "perfectamente respetable".

Por su parte, el secretario general de Converg¨ncia, Artur Mas, tildó de "impresentables, casi siempre ofensivas y de tono burlón" las palabras de Ibarra. El presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, también cargó contra Ibarra, de quien dijo que no valía la pena prestarle atención, ya que el líder extremeño "carece de credibilidad".

También representantes de CHA, Partido Aragonés e Izquierda Unida rechazaron ayer las declaraciones de Ibarra y recordaron que el Estatuto de Autonomía de Aragón reconoce la nacionalidad de Aragón. El presidente de CHA, Bizén Fuster, tildó a Ibarra de "charlatán desbocarrado " (en aragonés, soez ), y afirmó que "no tiene credibilidad autonómica".