A la caza del voto que se le fue a Vox (y del apoyo de los 12 diputados ultraderechistas para poder formar Gobierno en Andalucía), el PP llevará al Congreso parte del ideario de la formación emergente. Los populares quieren que el ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, se pronuncie sobre la supresión de las corridas de toros y la caza, después de que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, asegurara en una entrevista que no es «muy partidaria» de estas dos actividades. Dos asuntos que no estaban en el programa de los populares para las elecciones andaluzas pero sí en el de Vox, que reivindicaba la tauromaquía «como parte del patrimonio cultural español» y la caza como «actividad necesaria y tradicional del mundo rural».

Pablo Casado defendió ayer los toros, la caza y la pesca y cargó duramente contra el Gobierno socialista por apostar por la «prohibición» cuando no les «gusta» una actividad. «Que dejen de hablar de asesinos de toros, de asesinos de trucha y de asesinos de corzos», proclamó, arremetiendo contra el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, que aseguró que el PSOE tiene una visión que no tiene por qué «coincidir con esa casposa, de una España en la que todos» tienen que ser «cazadores o toreros». «Eso es la ingeniería social del PSOE. Como a ellos no les gusta cazar ni ir a los toros, los que van a los toros o cazan, son casposos. Les pido libertad», exclamó Casado.

En las últimas semanas, el líder del PP ha incidido en la ilegalización de partidos independentistas y la aplicación de un 155 permanente, los dos primeros puntos de Vox. Habrá que ver si también lleva al Congreso otras de las demandas del partido de extrema derecha, como la derogación de las leyes de memoria histórica y de la ley de violencia de género.