A falta de sorpresas de última hora, el Congreso no verá esta vez una votación conjunta de todos los partidos favorables al derecho a decidir de Catalunya. El PSC, a diferencia de lo que ocurrió tras el anterior debate del estado de la nación, no romperá la disciplina de voto y se alineará con el PSOE en una posición que no será, por supuesto, la del PP, pero tampoco la que reiterarán CiU, ERC e ICV-EUiA en favor de una consulta pactada y legal. Estos tres grupos, además, no presentarán un texto conjunto, sino sus propias resoluciones, por parecidas que sean. Y todas ellas serán vetadas por populares y socialistas.

La federación nacionalista, ERC y los ecosocialistas someterán a votación textos en los que fundamentalmente insisten ante las Cortes en la voluntad de que el Gobierno inicie «un diálogo con la Generalitat en aras de posibilitar una consulta a los ciudadanos y ciudadanas de Catalunya para decidir su futuro», tal como dice el texto de CiU. ICV introduce además abiertamente la petición de cesión de la competencia estatal sobre referendos, pese a que eso se debatirá en el Congreso en los próximos meses.

A fin de marcar distancias con CiU, los ecosocialistas subrayaron que, en el seno del grupo de la Izquierda Plural, formularán hoy otras propuestas en favor de las políticas sociales, la «desaprobación» del Gobierno por su gestión y una auditoría de la deuda pública española.

Esquerra también incluye propuestas sociales, como la que denuncia las desigualdades salariales. Y en el terreno soberanista apuesta, como CiU, por negociar con los partidos catalanes y el Govern la celebración de la consulta «con los mecanismos legales previstos».

EL PSC, «LIBERADO» / En esta ocasión, el PSC no apoya esta petición. Alega que la decisión «unilateral» de fijar una fecha y unas preguntas le «libera» de votar lo mismo que el año pasado. Y, junto al PSOE, defiende un texto en el que se opta por la negociación en el seno de una subcomisión parlamentaria, pero sin referencia alguna al referendo, y que incluye, de forma imprecisa, el horizonte de una reforma constitucional: «El trabajo de este órgano debería constituir el cauce idóneo para promover los acuerdos necesarios y favorecer la renovación del pacto constitucional sobre el modelo territorial en España». Una posición que CiU, ERC e ICV ven más que tibia. La ecosocialista Laia Ortiz calificó de «tramposo» el texto del PSOE, porque evita pronunciarse por el derecho a decidir. Los socialistas han decidido abstenerse en la votación de los grupos catalanes sobre la consulta.

Si el PSOE abre la puerta a cambios, el PP en sus resoluciones rechaza todas las iniciativas que «rebasen los principios de soberanía y legalidad» y brinda apoyo al Gobierno para que tome «cuantas medidas le permita el ordenamiento jurídico para preservar la unidad de España».

Si en CiU se albergaban ayer esperanzas de que el Gobierno estuviera dispuesto a reformar la Constitución, una resolución popular reivindica su plena vigencia, en especial en relación al principio de que «la soberanía nacional reside en el conjunto del pueblo español».