El PSOE solicitó ayer la desclasificación y publicación de los documentos secretos del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) previos a la decisión de José María Aznar de apoyar la guerra de Irak. Según el portavoz parlamentario socialista, Jesús Caldera, la desclasificación debe de ser "un primer paso" para iniciar una investigación y así "poder saber la verdad y demostrar que el Gobierno mintió" cuando afirmó que Sadam tenía armas de destrucción masiva y vínculos con grupos terroristas.

Según Caldera, "la razón del secuestro de estos documentos era muy clara: la existencia de riesgos para la comunidad internacional y para España" por parte del régimen de Sadam Husein. "Pues bien, esta razón ya no existe y es exigible su desclasificación", afirmó. Recordó que los gobiernos de EEUU y Reino Unido han abierto investigaciones.

Caldera, que calificó de "ignorante profundo" a Mariano Rajoy por considerar la guerra "una cuestión del pasado" pese a la presencia de 1.300 militares españoles en la zona, instó al Ejecutivo a que "se comporte igual que EEUU y Reino Unido, porque España estaba en las Azores".

LA NEGATIVA El ministro portavoz, Eduardo Zaplana, le contestó que "no tendría el más mínimo sentido" que el Gobierno impulsara una comisión de investigación porque el Ejecutivo se basó en las informaciones y resoluciones de la ONU, que acreditaban la existencia de armas de destrucción masiva. "Entonces, ¿qué se va a investigar?", inquirió.

Consciente de que los inspectores de la ONU no encontraron las armas de destrucción masiva y pidieron más tiempo, el titular de Interior, Angel Acebes, señaló que el PSOE "agita el asunto para desviar la atención de su pacto con organizaciones que hablan y negocian con ETA".

Los papeles cuya publicación reclama el PSOE son un informe del 3 de febrero del 2003 en el que el CNI informaba a Aznar de que no había "pruebas concluyentes" de la relación del régimen de Sadam con grupos terroristas ni con Al Qaeda. El director del CNI, Jorge Dezcallar, confirmó el 4 de septiembre del 2003 los términos de ese informe ante la comisión de secretos del Congreso y dijo que la única relación de Sadam había sido con un grupo palestino que canalizaba ayudas de 2.000 dólares a las familias a las que el Ejército israelí destruía las casas.

También confirmó los otros informes, del 5 y 6 de febrero del mismo año, que consideraban muy endebles las pruebas de EEUU y Reino Unido sobre el arsenal iraquí.