Tras dos semanas de trabajo de la comisión parlamentaria que investiga la masacre del 11-M, el PSOE y el PP consideran confirmadas sus respectivas posiciones: para los socialistas, los sucesivos testimonios demuestran que el anterior Gobierno mintió, al afirmar hasta el mismo día 13, que ETA era la línea prioritaria de investigación. Para los populares, ha quedado de manifiesto que el Ejecutivo de José María Aznar siempre dijo la verdad en base a la información de que disponía en cada momento.

El empate es aparente, ya que el resto de las formaciones políticas coinciden con el PSOE en que el anterior Gobierno se empecinó desde el primer momento en culpar a ETA, y mantuvo esa actitud incluso cuando ya era evidente que primaba la línea de investigación sobre la autoría islamista de los atentados.

La comisión ha recibido dos cartas del confidente de la Guardia Civil Rafá Zuher, que se halla en prisión y pide declarar sobre la venta de los explosivos usados en los atentados. El confidente dijo el miércoles que avisó de los atentados antes del 11-M, pero no le hicieron caso, declaración que no ratificó ante la juez que lleva el sumario. El martes comparecerá ante la comisión que investiga los hechos Félix Hernando, jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Parece ser que dos de sus agentes visitaron a Zuher en la cárcel.