El PSC no piensa poner la otra mejilla ante los ataques del PP al Gobierno catalán. El portavoz de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, acusó ayer al partido de José María Aznar de intentar "manipular la opinión pública" al "satanizar" propuestas que defendió anteriormente.

Iceta recordó que el candidato del PP a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, se mostró partidario de "una clara reforma constitucional" para modificar el Senado en una ponencia que escribió en 1993 con motivo del 11º congreso de la formación conservadora. En el texto, Rajoy también consideraba que España, "con la Constitución vigente", tenía varias opciones de organización estatal y citaba la posibilidad de un estado "en completa descentralización política, que dé lugar a un Estado sustancialmente federal". Es decir, el hoy sucesor de Aznar daba por hecho que un Estado federal es viable sin retoques de la Carta Magna.

MARCHA ATRAS De hecho, el PP incluyó la propuesta de reforma constitucional, con miras a la transformación de la Cámara alta, en el programa electoral con el que se presentó a las elecciones generales de 1996. Los conservadores dieron marcha atrás cuando los nacionalistas, con el apoyo del PSOE, reclamaron para las comunidades históricas derecho de veto en el Senado. En la actualidad, y al menos hasta las elecciones de marzo, la consigna de los conservadores es no excluir cambios en el futuro, pero evitar ahora procesos de revisión que pongan en duda la imagen de garante de la unidad de España que persigue el PP.

En su denuncia, Iceta recordó ayer que Josep Piqué incluyó en su programa a las catalanas de noviembre la propuesta de una Agencia de Gestión de Tributos de la Generalitat de Cataluña, que recaudara los impuestos propios y cedidos.

SARTA DE INSULTOS El portavoz socialista agregó que si esta propuesta fuera de ICV-EUiA, ERC o el PSC sería objeto de una "sarta de insultos y descalificaciones por parte del PP", y emplazó a Piqué a "defender lo que defendió" o a "retractarse".

La agencia por la que abogaba el programa del PPC difiere de la que desea el tripartito, ya que no contempla la recaudación de todos los impuestos, pero coincide con el modelo que el PSOE quiere implantar en el resto de comunidades, que ha generado duras críticas de la dirección de los populares.