El presidente de la comisión de investigación de los atentados del 11-M, Paulino Rivero, de Coalición Canaria, se mostró ayer partidario de citar al confidente Rafá Zuher --encarcelado por su relación con el atentado-- para que aclare sus denuncias de que había alertado a la Guardia Civil del robo de dinamita en Asturias sin que se le hiciera caso.

Este marroquí también ha llegado a decir que había recibido en la cárcel presiones por parte de guardias civiles para que guardase silencio, aunque luego se desdijo ante una juez. Sus afirmaciones, canalizadas a través del diario El Mundo , han sido consideradas creíbles por el PP.

Según Rivero, Zuher "debe acudir" a la comisión para aclarar si se tomaron las medidas suficientes para evitar los atentados. En el mismo sentido se pronunció el Sindicato Unificado de Policía (SUP). Su secretario general, José Manuel Sánchez Fornet, reclamó la comparecencia de todos aquellos que puedan aportar datos para que no queden "sombras de duda" sobre la actuación policial en relación con la tragedia.

Fornet sostuvo que la línea de indagación de la policía cambió de ETA hacia la pista islamista "pocas horas después de los atentados", mientras que la Unión Federal de Policía (UFP) mantuvo que "prácticamente desde el primer momento" se notaba que "ETA no tenía nada que ver".

Ambos sindicatos coincidieron con la Confederación Española de Policía (CEP) y el Sindicato de Comisarios en expresar su preocupación por el "daño" que, a su juicio, la comisión parlamentaria está causando a la "imagen y el prestigio" de la policía.

"AZNAR, ARCHIVERO" A esta polémica se une la desatada por unas declaraciones de José María Aznar, que dijo tener en su poder todos los documentos secretos del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sobre los atentados. El secretario de organización del PSOE, José Blanco, retó a Mariano Rajoy a que, si realmente "manda en su partido", obligue al expresidente que devuelva los papeles. El portavoz socialista en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, ironizó que el nuevo trabajo de Aznar es el de "archivero del CNI".

Precisamente hoy comparecen ante la comisión de investigación del 11-M el exdirector del CNI y actual embajador ante la Santa Sede, Jorge Dezcallar, y su sucesor en el cargo, Alberto Saiz.