Tras la noche de altercados protagonizada por radicales independentistas en Cataluña el presidente del Gobierno ha convocado una ronda de reuniones en la Moncloa con los líderes de PP, Podemos y Ciudadanos. En el primero de los encuentros, Pedro Sánchez ha transmitido a Pablo Casado que "no descarta ningún escenario", y que "si es preciso actuará desde la firmeza, la proporcionalidad y la unidad", indican fuentes gubernamentales.

El jefe del Ejecutivo no acepta la petición que le ha hecho el dirigente conservador, que solicita la aplicación inmediata de la ley de seguridad nacional y el requerimiento previo para activar el 155, medidas que los socialistas se niegan por el momento a poner en marcha. El gabinete presidencial entiende que, aunque hay independentistas radicales que organizan actos violentos de forma organizada para "amedrentar a los ciudadanos", la cooperación entre todas las fuerzas de seguridad es la correcta. En esta situación, por el momento, no se toman medidas extraordinarias, aunque todo dependerá de cómo evolucione la situación.

Tras recibir a Casado, Sánchez se verá con Pablo Iglesias (17h) y Albert Rivera (19h). El líder de Cs, que será el último en hablar con el presidente porque ha decidido no cancelar sus actos de partido en Barcelona, ha anunciado desde un mitin que le pedirá la aplicación del artículo 155 y que ponga a todos los agentes de las fuerzas de seguridad necesarios a disposición de los catalanes. Los podemistas abogan por una mesa de diálogo que encauce la situación.

El tono del Ejecutivo, tras los últimos episodios protagonizados por radicales, se endurece. En un comunicado hecho público este miércoles, Sánchez exige al secesionismo que se desvincule de estos actos y los rechace con claridad. "Una minoría está tratando de imponer la violencia en Cataluña e intentando quebrar la convivencia. El independentismo tiene que condenar firmemente la violencia", reclama.

Tras la noche de altercados, el Gobierno concluye que "no estamos ante un movimiento ciudadano pacífico, sino coordinado por grupos extremistas que utilizan la violencia en la calle para romper la convivencia en Cataluña". Aún así, por el momento la Moncloa trata de enviar un mensaje de calma. El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha descartado por ahora medidas como la aplicación del 155 o la ley de seguridad nacional.

Igual que hiciera anoche durante los incidentes de radicales, el Ejecutivo ha vuelto a trasladar todo el respaldo a los cuerpos de seguridad que "están velando por mantener el orden y la convivencia en Cataluña" y envía un " caluroso mensaje de apoyo" a todos los que han resultado heridos, mossos y policías.

Sánchez vuelve a insistir en que su deber al frente del Gobierno es garantizar la seguridad y la convivencia, y vuelve a recordar que, si es necesario, actuará desde la firmeza, la proporcionalidad y la unidad.

Fuentes gubernamentales han confirmado a que se mantiene el viaje de Sánchez a Bruselas jueves y viernes para participar en un encuentro clave del Consejo Europeo, con el 'Brexit' a las puertas. El presidente tiene previsto volar a la capital comunitaria el jueves a primera hora de la mañana.