Todo se precipita. El temor a las maniobras dilatorias de las autonomías del PP ha llevado a José Luis Rodríguez Zapatero a adelantar a la próxima semana la celebración de la conferencia de presidentes, prevista para mediados de noviembre. El jefe del Ejecutivo, que se encargará en persona de invitar a todos los presidentes autonómicos, cuenta con la asistencia a la reunión del lendakari Juan José Ibarretxe, según informaron ayer fuentes gubernamentales.

La cita será en Madrid a mediados de la semana que viene. Probablemente el jueves, 28 de octubre, una vez que el Congreso haya celebrado la votación de totalidad de los presupuestos del próximo año y antes de que Zapatero vuele a Roma para asistir a la cena de los líderes de la UE, que el viernes participarán en la firma de la Constitución europea.

La sesión inaugural de la conferencia, encabezada por Zapatero, se celebrará en el palacio de la Moncloa y, según fuentes oficiales, contará con la presencia de los 17 presidentes autonómicos y de los alcaldes-presidentes de Ceuta y Melilla.

EL PAPEL DEL MONARCA Tras este encuentro en la Moncloa, el rey Juan Carlos recibirá, probablemente en el palacio de la Zarzuela, a todos los presidentes. El Ejecutivo ha querido implicar al Monarca en estos actos para reforzar su papel institucional, conjurar cualquier sesgo partidista en la cita y, de paso, evitar que algún presidente autonómico tratase de excusar su asistencia para torpedear la iniciativa de Zapatero.

Las fuentes ayer consultadas daban por segura la asistencia de todos los mandatarios autonómicos. Incluido Ibarretxe, de quien Zapatero obtuvo una respuesta alentadora en julio, cuando le solicitó que no rechazase esta invitación. De hecho, el lendakari envió a un consejero vasco a la reunión preparatoria de la conferencia, presidida hace justamente un mes por el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla.

Aquel encuentro acabó sin acuerdo por decisión de los consejeros de las autonomías del PP. Instruidos por el partido, estos consejeros exigieron al Gobierno que adelantara el formato que tendría la cumbre autonómica y el orden del día a tratar. Aunque la reunión finalizó entre reproches, pues el ministro se negó a avanzar sus propuestas para no dificultar el consenso, Gobierno y autonomías se emplazaron a una nueva cita en octubre.

Sevilla confió inicialmente en que este mes, tras finalizar el congreso nacional del partido de Rajoy, las comunidades del PP se avendrían a celebrar otra sesión preparatoria con una actitud más constructiva. Pero al final ha primado la desconfianza respecto al PP y la Moncloa ha tomado las riendas de la convocatoria.

Tres son los asuntos principales que Zapatero quiere debatir con sus invitados en la Moncloa: la financiación sanitaria, la presencia de las autonomías en la UE y las reformas de la Carta Magna y los estatutos.

MATIZACION DE LA ZARZUELA Por otra parte, la Casa del Rey tuvo que salir ayer al paso de unas comprometedoras declaraciones de Manuel Fraga. El presidente de la Xunta, que el lunes fue recibido por el Rey, declaró ayer a la SER que el Monarca, en su "papel moderador", está "pidiendo opiniones" sobre las reformas institucionales anunciadas por el Gobierno. Fuentes de la Zarzuela matizaron después que en sus contactos el Rey aborda "muchos temas", sin que haya iniciado una ronda específica sobre las reformas.