"Para la Generalitat de Cataluña, siendo presidente Pasqual Maragall, con mi devoción por este país, su historia, su cultura, su ansia de libertad y progreso. Es un día muy especial. Con todo mi cariño y lealtad". El presidente catalán sonrió visiblemente satisfecho tras leer las palabras que acababa de escribir el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el libro de honor de la Generalitat catalana.

Maragall quiso rendir a su huésped todos los honores. A las 5.45 de la tarde, recibió a Zapatero en la puerta del Palacio de la Generalitat y juntos pasaron revista a los Mossos d´Esquadra. Tras firmar en el libro de honor, iniciaron una reunión de casi 45 minutos y sin testigos. A su llegada, Zapatero fue recibido con aplausos por ciudadanos que paseaban por la plaza de San Jaime.

Moratinos y Montilla

En el salón vecino al despacho de Maragall estaban los ministros de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, y el de Industria, José Montilla.

"Hemos hablado de todo y de nada", respondió el presidente del Gobierno tras la reunión, al ser preguntado por los periodistas. La repregunta era casi obligada: "O sea que han hablado del Estatuto y la financiación". Pero Zapatero, sin abandonar la sonrisa, lo dejó en el aire: "Ya hablaremos, ya hablaremos", dijo. Zapatero y Maragall habían acordado con anterioridad que la reunión de trabajo que tienen pendiente se celebrará en breve en la Moncloa. Cuando salía del palacio, el presidente del Gobierno comentó: "Ya se pueden imaginar que estoy muy contento de estar aquí como presidente del Gobierno".

Zapatero se ha convertido casi en un asiduo del Palacio de la Generalitat, ya que la de ayer fue su tercera visita a la sede del Gobierno catalán, si bien ésta ha sido la primera como presidente del Gobierno. A finales del 2000, como líder del PSOE, se reunió con Jordi Pujol para hablar del pacto antiterrorista. Volvió el 20 de diciembre del año pasado para asistir a la toma de posesión de Maragall. Fue cuando salió al balcón para celebrarlo con el nuevo president y sus socios, Josep Lluís Carod-Rovira y Joan Saura, una escena que la oposición criticó por considerarla una muestra de supeditación al PSOE.

Todos los presidentes del Gobierno central de la democracia, salvo José María Aznar, habían visitado la sede de la Generalitat. Pero Zapatero ha sido el primero en hacerlo con el único objetivo de reunirse con el presidente catalán. Así, Adolfo Suárez (UCD) estuvo en el palacio en octubre de 1977 para investir a Josep Tarradellas. Leopoldo Calvo-Sotelo (UCD) visitó la Generalitat en 1981, pero lo hizo junto al Rey por la celebración en Barcelona del día de las Fuerzas Armadas. La última visita la realizó Felipe González, en 1988, para visitar la capilla ardiente de Tarradellas.