En cuanto finalice la retirada de las tropas españolas de Irak, proceso que culminará en muy breve plazo, el gran reto diplomático de José Luis Rodríguez Zapatero será recomponer las maltrechas relaciones con EEUU, la primera potencia mundial. Fuentes de la Moncloa aseguran que Zapatero quiere reunirse con el presidente George Bush tan pronto como sea posible, y en todo caso antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos de noviembre.

Desde el 19 de abril, cuando Zapatero llamó a Bush para comunicarle su decisión de repatriar a los soldados enviados a Irak por el Gobierno de José María Aznar, los presidentes español y estadounidense no han vuelto a mediar palabra. Aquella charla de apenas cinco minutos, en la que Bush le expresó su "decepción" por entender que la retirada española otorgaba un triunfo moral al terrorismo internacional, dejó un mal sabor de boca a Zapatero, quien ahora afronta la ardua misión de restablecer la complicidad con la Administración estadounidense sin emular el grado de subordinación al que llegó Aznar con su incondicional respaldo a la guerra de Irak.

ALIADA ESTRATEGICA Aunque sabe que no será fácil, Zapatero aspira a que España conserve la condición de aliada estratégica de EEUU. Para lograrlo, está dispuesto a prodigar todo tipo de gestos diplomáticos. Uno de ellos, tal vez el más simbólico, tiene que ver con el calendario. El presidente español pretende mantener un primer contacto personal con Bush antes de que éste se vuelque en las presidenciales de noviembre.

El mensaje que Zapatero quiere trasladar a Bush es que el Gobierno español seguirá siendo un socio fiel de Washington tanto si logra la reelección como si le sustituye en la Casa Blanca el demócrata John F. Kerry. De momento, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Angel Moratinos, está allanando el camino con la diplomacia estadounidense. Su tarea es puramente exploratoria, casi de distensión, a la espera de que el presidente decida solicitar formalmente a Bush la celebración de un encuentro.

La diplomacia española estima que, tras las continuas visitas que Aznar cursó durante la pasada legislatura a la Casa Blanca, la primera entrevista de Zapatero con Bush debería celebrarse en un escenario distinto, a poder ser con motivo de alguna reunión internacional.

Los asesores del presidente apuntan que ambos coincidirán al menos dos veces en los próximos meses: a finales de junio en Estambul, en la cumbre de la OTAN, y en septiembre en Nueva York, durante la Asamblea General de la ONU. Ambos eventos permitirían una breve toma de contacto entre Zapatero y Bush, justo el tiempo que la Moncloa juzga más idóneo para ese encuentro.