José Luis Rodríguez Zapatero quiere que la moderación y el diálogo sean la divisa del PSOE. Por eso ayer, dos semanas antes de exponer su programa de Gobierno en la sesión de investidura del Congreso, el líder socialista reunió a sus parlamentarios para adoctrinarlos sobre cómo administrar la victoria. El futuro presidente del Gobierno advirtió a sus correligionarios de que su cometido no debe ser "imponer" el programa del PSOE, sino "recabar apoyos para llevarlo a la práctica".

"La legislatura que comienza es apasionante, pero me gustaría que fuera de pasiones contenidas, serenas e inteligentes". Zapatero se esforzó en enfriar los ánimos y también en concienciar de la responsabilidad derivada del "caudal de confianza" que han obtenido de los ciudadanos. Todo ello después de ser recibido con una encendida ovación de sus 256 parlamentarios.

El próximo jefe del Ejecutivo quiso dejar claro que el pacto sobre los órganos de dirección del Congreso y el Senado, forjado por el PSOE con todas las fuerzas parlamentarias salvo el autoexcluido PP, será el modelo a seguir durante toda la legislatura. En un discurso de apenas siete minutos, Zapatero repitió hasta en tres ocasiones la misma consigna: "Gobernaremos para todos".

LAS IDEAS AJENAS "La tarea que tenemos por delante no consiste en imponer nuestro programa, sino en recabar apoyos para llevarlo a la práctica, enriquecerlo con las ideas y las aportaciones de los demás", aleccionó el líder socialista a sus diputados y senadores.

Zapatero recordó a los parlamentarios del PSOE que, aunque hayan sido elegidos "para llevar adelante un programa propio", su misión es forjar consensos cuanto más amplios, mejor. "No sólo hay que respetar a las minorías, sino que hay que explorar las maneras de integrar sus aspiraciones en la aplicación de nuestras propuestas", enfatizó.

Zapatero tiene muy presente que en su victoria del 14-M tuvo mucho que ver el aislamiento político del PP, sus formas intransigentes y su perpetuo enfrentamiento con la oposición. A su juicio, en las elecciones generales "ganó la política", entendida como "expresión de cultura y la civilización, diálogo e intercambio de pareceres, siempre en busca del consenso".

CUMPLIR PROMESAS Una de las conductas que los electores siempre castigan es, sin duda, el incumplimiento de las promesas electorales. Zapatero recordó ayer que uno de sus compromisos fue devolver al Parlamento su "papel central en la vida pública" y "eje del debate sobre la orientación general de una acción política dialogada".

Para ello, apuntó, todos los parlamentarios, y en concreto los del PSOE, deben "abrir las puertas del Congreso y el Senado" para que en ambas cámaras "entre con la máxima nitidez la voz del pueblo". A los socialistas les pidió que, aparte de divulgar la tarea y los proyectos del Gobierno, sean "los ojos, los oídos y el corazón de la gente" en el Parlamento, que eleven propuestas al Ejecutivo y le informen de las pulsiones y necesidades sociales. "Quiero diputados y senadores imaginativos y críticos, y también leales", alertó para prevenir eventuales perfidias.