Ni los temores del PSC ni los malos augurios del PP han caído en saco roto en la Moncloa. José Luis Rodríguez Zapatero ha ordenado al PSOE que limite el protagonismo político que está ganando ERC desde que trascendió que se aviene a garantizar la estabilidad parlamentaria del Gobierno, aunque sea sólo para el próximo año.

La cuestión se trató esta semana en la reunión de coordinación que se celebra cada lunes en la Moncloa, a la que asisten un reducido grupo de miembros del Gobierno, del PSOE y del grupo parlamentario. El mandato del presidente ha sido ejecutado de inmediato. El portavoz del grupo socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba --al que el propio Zapatero encargó lograr esos acuerdos-- ya ha empezado a atribuir a los republicanos y a Izquierda Unida la "iniciativa" de garantizar el apoyo parlamentario en este curso político, además de apoyar los presupuestos.

Según fuentes socialistas, se trata de lograr la deseada estabilidad que requiere un Gobierno con minoría en el Congreso y evitar al mismo tiempo los males que comporta "aparecer como rehén" del independentismo catalán.

EVITAR EL DETERIORO Zapatero quiere evitar el deterioro que supuso para ejecutivos anteriores la utilización que hacía CiU de su apoyo en Madrid. Tanto Felipe González en su último mandato como José María Aznar en el primero sufrieron las críticas de estar vendidos a los nacionalistas. Hoy es ERC la que tiene en la mano el antiguo papel de CiU.

Las declaraciones de algunos dirigentes republicanos en los últimos días han preocupado al Gobierno, que no quiere entregar a ERC el control del ritmo legislativo. "El Gobierno debe marcar la pauta", resumieron fuentes gubernamentales. Las ácidas críticas del PP --que ya habla de "cesión total" de Zapatero a ERC-- y los recelos del PSC --que teme el avance republicano en Cataluña-- acabaron por alarmar al presidente.

La táctica ahora, según fuentes próximas al Gobierno, es pactar ese apoyo anual, pero atar bien las condiciones. "Se trata de anunciar las iniciativas del Gobierno cuando ya se haya negociado previamente su apoyo parlamentario", explican esas fuentes, pero sin regalar a ERC el listado completo de las acciones que piensa ejecutar el Gobierno este año. Esta nueva fórmula dejará más libertad a Zapatero para acercarse a otras fuerzas parlamentarias según la medida que necesite aprobar.

RONDA PRESUPUESTARIA Pero en la agenda más inmediata del Gobierno está la aprobación de los presupuestos generales para el 2005. El grupo socialista siguió ayer con IU-ICV la ronda que inició el martes con ERC para sacarlos adelante. Que el PSOE acepta el "giro progresista" de IU-ICV en las cuentas del Estado fue la primera conclusión de la reunión, que contó con Alfredo Pérez Rubalcaba y Francisco Fernández Marugán, por el PSOE; y Gaspar Llamazares y Joan Herrera, por IU-ICV.

Tras el encuentro, de dos horas, Llamazares y Herrera destacaron que "se ha abierto un camino firme de negociación". La próxima semana se reunirán con el vicepresidente económico, Pedro Solbes. Pero en materia política "hay voluntad de acuerdo", lo cual significa que los cinco diputados de IU-ICV votarán sí al presupuesto. Las coincidencias fueron genéricas. La primera, no utilizar la ley de acompañamiento para modificar otras normas. La segunda, combatir el fraude fiscal.

Según Llamazares, también hubo "coincidencia" en "deflactar la tarifa del IRPF", es decir, que la inflación no suponga una subida encubierta del impuesto sobre la renta, tal como ha venido ocurriendo en los años de Gobierno del PP. Rubalcaba recibió con agrado la propuesta --que figura en el programa electoral del PSOE--, pero remitió a Solbes la capacidad para decidir si se aplicará, ya que supondría una importante rebaja de los ingresos del Estado.