En Herida, drama triangular dirigido por Louis Malle en el año 1992, Jeremy Irons interpreta a un maduro parlamentario que se enamora de la prometida de su hijo, encarnada por Juliette Binoche. La atracción es recíproca, lo que desencadena una relación clandestina entre la joven y su futuro suegro, así como un desenlace trágico por lo que respecta al hijo.

El protagonista de Herida es uno de los muchos personajes complejos que Irons ha acometido a lo largo de su dilatada carrera con una envidiable contención y serenidad. El actor, que el próximo miércoles cumplirá 70 años, se ha distinguido siempre por ese toque tan british incluso en los papeles más física o moralmente violentos.

El interpretado en Herida es uno de los más importantes, como los dos realizados a las órdenes de David Cronenberg -los dos ginecólogos gemelos de Inseparables (1988) y el diplomático francés enamorado de una diva operística china de M. Butterfly (1993)- o el del escritor Franz Kafka, a quien dio vida en Kafka, la verdad oculta (1991), filme de Steven Soderbergh en el que un Kafka de ficción se enfrenta a una intriga criminal y un grupo subversivo. También el aristócrata de El misterio Von Bülow (1990), acusado de provocar el coma de su esposa. Fue su primera nominación al premio Oscar y lo ganó. Pero no ha vuelto a ser nominado nunca más.

En sus inicios, Irons lucía como galán sensible, romántico y atractivo. Así es en Retorno a Brideshead (1981), sublimación de las elegantes series de la televisión británica (a la que ha vuelto en los últimos tiempos con papeles en Los Borgia y The hollow crown), o La mujer del teniente francés (1981). Pero ya entonces demostró tener madera para composiciones más esquinadas o ambiguas. Su interpretación en Trabajo clandestino (1982), de Jerzy Skolimowski, es notoria: encarna a un obrero polaco que repara un piso de Londres, sin visado, mientras en su país se declara el estado de excepción.

DIFÍCIL VIDA MARITAL

En aquellos años de primer fulgor, Irons trabajó en tres montajes de la Royal Shakespeare Company e interpretó en los escenarios My fair lady. De su generación era, sin duda, el actor británico en alza.

Atrás quedaban los duros días de calificaciones pésimas en el instituto, el deseo de ser veterinario, el aprendizaje en el teatro y la boda con Julie Hallam, una compañera de estudios; se casaron a principios de 1969 y se divorciaron en diciembre de aquel mismo año. Poco después conoció a Sinéad Cusack, actriz irlandesa, hija del actor Cyril Cusack, con quien contrajo matrimonio en 1978. No ha sido tampoco una vida en común fácil, aunque siguen juntos y tienen dos hijos, Samuel y Max, de 39 y 32 años, respectivamente, ambos también actores. Aunque el primogénito, al final ha enfocado su carrera hacia la fotografía.

El divorcio nunca ha sido una opción para el actor. Hace 10 años declaraba: «No puedo imaginarme romper un matrimonio a menos que sea a causa de una situación intolerable. El vínculo con la otra persona se hace más fuerte cada vez que superas una dificultad». Sus padres se divorciaron cuando él tenía 15 años. En el 2001 estallaron rumores de ruptura cuando se hizo pública una foto de Irons besándose con la actriz francesa Patricia Kaas. Más que frenar el golpe, aprovechó para resaltar lo complicado que era la vida en pareja: «Soy una persona muy difícil. Mi esposa también lo es. Vivir juntos es difícil». Quizá por ello no han compaginado mucho amor y trabajo. Solo han aparecido juntos en El país del agua (1992), de Stephen Gyllenhaal, y Belleza robada (1996), dirigida por Bernardo Bertolucci.

Irons ha alternado las películas personales, aquellas que se quieren hacer, con las que dan dinero, las que se hacen y punto. Entre las primeras están, además de la mayoría de las citadas, El amor de Swann (1983), La misión (1986), Conociendo a Julia (2004), El mercader de Venecia (2004) e Inland empire (2006). Entre las segundas, Jungla de cristal III (1995), el estridente remake de Lolita (1997), El hombre de la máscara de oro (1998), Dragones y mazmorras (2000), La pantera rosa 2 (2009), Assassin’s creed (2016) o Gorrión rojo (2018). Hasta ha sido el mayordomo de Batman en la nueva franquicia cinematográfica de DC Comics y le ha cogido gusto a los superhéroes: su próximo trabajo es en la serie televisiva sobre Watchmen, el cómic de Alan Moore.