Más de 2.000 exsoldados del Ejército de EEUU se resisten a volver al servicio activo, forzado por la necesidad de mantener tropas en Irak y Afganistán. "Esto es restaurar de tapadillo el servicio militar obligatorio", dice Barry Slotnick, abogado de uno de los soldados, el excapitán Jay Ferriola, quien acudió a los tribunales para rechazar el llamamiento y ganó.