El científico David Kelly admitió, meses antes de suicidarse, que Irak era una amenaza y era capaz de desplegar armas de destrucción masiva en un plazo de "días o semanas".

La opinión del experto contradecía, sin embargo, lo expuesto por el primer ministro, Tony Blair, quien afirmó que el régimen de Sadam Husein podía lanzar un ataque en 45 minutos, durante una intervención ante el Parlamento para justificar la guerra contra Irak.

Las declaraciones de Kelly, grabadas por la BBC en octubre del 2002, fueron difundidas ayer, por primera vez, por la cadena pública. Preguntado por si las armas de destrucción masiva de Sadam representaban una "amenaza inminente", el científico respondió: "Sí que lo son. Incluso aunque no estén cargadas y desplegadas, tienen la capacidad para cargarlas y desplegarlas en cuestión de días o semanas. Así pues, sí que son una amenaza".

El testimonio del científico formaba parte del programa de investigación emitido anoche por la cadena publica, reconstruyendo el feroz enfrentamiento entre el Gobierno de Blair y la BBC, que culminó con el suicidio de Kelly, en julio. En el documento, ninguna de las partes implicadas, la propia BBC, el Ejecutivo y los servicios secretos salía demasiado bien parada.