La bomba que hirió el miércoles en Diwaniya (Irak) a una patrulla de cinco soldados españoles y a un intérprete iraquí estaba adosada a un bicicleta, según la versión más probable, facilitada ayer por el Ministerio de Defensa. El jefe de la policía local iraquí, Hamid Abed, dijo a la agencia Efe que dudaba de que los dos detenidos como presuntos autores de la colocación de la bomba fuesen realmente los agresores.

El herido más grave, el alférez José Javier Contreras Navarro, con metralla en los muslos, una mano y la cara, será repatriado. Las familias de los cabos Sergio Ramos y Cesar Pérez, con "pronóstico leve", se quejaron ayer de que Defensa no les informó del atentado y la madre de este último pide que sea repatriado, informa Fernando León desde Extremadura. El cuarto herido es el sargento Sebastián Santiesteban, con pronóstico leve.

DIPUTACION PERMANENTE Tras la nueva agresión, la oposición exigió que comparezca el presidente del Gobierno, José María Aznar, en la Diputación Permanente del Congreso y explique la situación en Irak. Diego López Garrido, del PSOE, dijo que la comparecencia es "imprescindible"; Ignasi Guardans, de CiU, dijo que es "una obligación"; Felipe Alcaraz, de IU, la pidió "por dignidad"; e Iñaki Anasagasti, del PNV, "porque hay vidas de españoles en peligro".