Las primeras vistas del proceso militar contra cuatro presuntos terroristas extranjeros comienzan hoy en la base naval de Guantánamo (Cuba), en medio de crecientes protestas por la falta de garantías y de acceso a los acusados.Estos son el australiano David Hicks; el sudanés Ibrahim Ahmed Mahmud al Qosi y los yemenís Salim Hadmed Hamdam y Hamza Ahmed Sulaimán Al Bahlul.Según el Gobierno de EEUU, conspiraban para cometer crímenes de guerra cuando fueron capturados en Afganistán entre fines del 2001 y comienzos del 2002.Las autoridades estadounidenses han afirmado que lo hacían en connivencia con el derrocado régimen talibán afgano o con la organización terrorista Al Qaeda.Hicks también está acusado de intento de homicidio y de ayudar al enemigo al realizar tareas de vigilancia sobre las embajadas de Estados Unidos y el Reino Unido.Guardaespaldas de Bin LadenBahlul y Hamdam habrían sido guardaespaldas de Osama bin Laden. A Qosi se le acusa de ser contable de la red terrorista. El proceso estará en manos de las llamadas comisiones (tribunales) militares las que determinarán la inocencia o culpabilidad de los cuatro acusados sin posibilidad de apelación.Si se les declara culpables podrían ser condenados a cadena perpetua por estos tribunales que también están autorizados para ordenar la pena de muerte. El formato judicial ha sido duramente criticado por organismos de defensa de los derechos humanos que han denunciado que el sistema instituido por el presidente norteamericano, George W. Bush, es ilegítimo.Señalan que no puede asegurarse que los tribunales estén encuadrados dentro de la ley si en ellos los militares son jueces y fiscales. Anthony Romero, director ejecutivo de la Unión por las Libertades Civiles de EEUU (ACLU) anunció el lunes que estará desde hoy en Guantánamo para presenciar las vistas. "Aunque todos quieren que se castigue a los terroristas, nosotros también queremos que el proceso mediante el que juzgamos la culpabilidad sea justo y legítimo", ha señalado. "El sistema que voy a presenciar no puede ser considerado legítimo", ha indicado.Romero ha dicho también que aunque se haya otorgado un acceso limitado al público "eso no puede resolver los graves problemas de libertades civiles". El activista de los derechos civiles de EEUU ha advertido del peligro de que este tipo de juicios mediante comisiones militares se propague más allá de Guantánamo con la "débil" excusa de la "seguridad nacional"."Con un plumazo del presidente, las comisiones podrían utilizarse para procesar a presuntos terroristas en todo el mundo, y a ciudadanos y no ciudadanos en suelo estadounidense", ha dicho Romero.Protestas de organizaciones humanitariasPoco antes, Amnistía Internacional, Human Rights First y Human Rights Watch habían denunciado que el Pentágono rechazó una petición de hablar con el presidente de las comisiones militares, los abogados de la defensa y la fiscalía, los intérpretes y otros empleados judiciales.Han añadido que el Pentágono tampoco les permitió que acompañen a un grupo de 53 periodistas nacionales y extranjeros a las instalaciones donde están detenidos unos 585 prisioneros en Guantánamo (Cuba) en calidad de "combatientes enemigos".Según estos organismos, la falta de acceso impedirá que, como observadores independientes, se pueda "evaluar con eficacia los procedimientos" y el apego a las normas internacionales.Sin embargo, un portavoz de la Marina norteamericana ha desestimado las críticas y ha asegurado que la intención del Pentágono es asegurar "un proceso lo más abierto posible". "La presencia de los organismos no gubernamentales y cerca de 70 periodistas nacionales y extranjeros da fe de nuestro compromiso por mantener un proceso abierto y justo", ha subrayado.