El presidente argentino Mauricio Macri se tomó cinco minutos para explicarle al país y al mundo que su Gobierno emprenderá «investigaciones serias» para conocer «toda la verdad» de lo sucedido con el submarino ARA San Juan, encontrado en las profundidades del Atlántico Sur después de 366 días de búsqueda. Macri decretó tres días de duelo nacional para homenajear a los 44 tripulantes del sumergible, cuyo hallazgo, dijo, es «una noticia que produce un enorme dolor». El jefe de Estado destacó el «heroísmo» de las víctimas.

Entre los familiares de los tripulantes crece la indignación por la reticencia del Gobierno a sacar al submarino de las profundidades alegando cuestiones operativas, técnicas y también de costo económico. Macri les dijo no obstante que las madres, esposas e hijos de los que murieron al implosionar el sumergible «no están solos». Los familiares de los tripulantes no están conforme con los mensajes de las autoridades. Ellos hicieron su propia ceremonia en la base Naval de Mar del Plata, unos 400 kilómetros al sur de la capital argentina. Allí recordaron sus nombres, entonaron el himno nacional y rezaron un Padre Nuestro. «Queremos que el Gobierno, con colaboración de la jueza, pueda reflotar el submarino. No nos conformamos con imágenes. No queremos que queden abandonados en el mar. Tenemos ahora una segunda lucha», dijo uno de los presentes.

Durante esa ceremonia improvisada, lanzaron fuertes críticas. «¡Usaron la sangre de nuestros esposos para hacer política!», dijo una viuda. «Es una vergüenza porque están escondidos como ratas», señaló otra, en relación a la ausencia de las autoridades. «La búsqueda terminó. Ahora faltan la verdad y la justicia. A esos cabrones los queremos presos», dijo otro testimonio.El ministro de Defensa, Óscar Aguad reconoció errores en el manejo de la crisis desatada tras el hundimiento pero insistió en que «no hay factibilidad técnica de reflotar» el submarino del fondo del mar.