«Estamos mandando un gran mensaje a todos los que abusan de las mujeres: vamos a ir a por vosotros». Con estas palabras, la actriz Angelina Jolie inauguró la cumbre internacional contra las violaciones y agresiones sexuales como arma de guerra, que desde ayer y hasta el próximo viernes tiene lugar en Londres. Jolie, embajadora de buena voluntad del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), preside esta cumbre sin precedentes junto al ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague.

Más de 1.200 ministros, delegados, militares, especialistas jurídicos, activistas y miembros de oenegés de 150 países participan en un encuentro pionero para combatir las violaciones como arma de guerra, algo desgraciadamente tan viejo como la historia. «Esta será la mayor concentración de esfuerzos, de discusiones y de decisiones para luchar contra la violencia sexual durante los conflictos», afirmó Hague, quien calificó la violación de mujeres y niñas durante las guerras como «uno de los grandes crímenes masivos del siglo XX y el XXI».

La conferencia es resultado de dos años de trabajos para llamar la atención sobre unas brutales agresiones, ocultadas y olvidadas sin castigo por los tabús y el trato a las mujeres como ciudadanos de segunda categoría. Un trauma personal y colectivo que marca durante largo tiempo a las comunidades afectadas y a las víctimas de esta violencia. Agresiones que en la mayor parte de las ocasiones escapan sin castigo.

MEDIO MUNDO / El objetivo de la conferencia, según explicó el jefe de la diplomacia británica, es «lograr un acuerdo con los gobiernos de medio mundo. Establecer un nuevo protocolo internacional para documentar e investigar este tipo de delitos, de manera que la gente sepa que en muchos casos se hará justicia. Será a través de los gobiernos de los respectivos países, o por organismos jurídicos internacionales, pero esos delitos no quedarán impunes».

La conferencia pretende también forzar cambios en las legislaciones nacionales y dar la necesaria instrucción a los ejércitos para evitar y prevenir la violencia sexual. Otro objetivo es aportar un mayor apoyo a las víctimas. El Gobierno británico ha destinado a ese fin el equivalente a 7,4 millones de euros, que se suman a donativos anteriores por valor de 173 millones de euros.

En Londres estarán presentes un total de 48 ministros de Asuntos Exteriores. Es la primera vez que se discuten a esta escala las agresiones sexuales, un drama de proporciones escalofriantes siempre ignorado.

Según la ONU, en la República Democrática del Congo más de 200.000 mujeres han sido violadas desde 1998. Entre 250.000 y 500.00 han sufrido idéntica suerte en Ruanda desde 1994, y unos 20.000 niños nacieron después de ser concebidos en esas circunstancias. Jolie y Hague visitaron ambos países el pasado año. Otras 60.000 mujeres fueron violadas en Sierra Leona y 20.000 sufrieron violencia sexual en el conflicto de Bosnia a principios de los 90.

TEMA TABÚ / Las repercusiones para las víctimas son enormes. Además del trauma emocional y físico, debe contar con las consecuencias de un posible embarazo o de enfermedades de transmisión y, lo que a veces es aún peor, el rechazo de la comunidad en la que vive. Las agredidas quedan estigmatizadas. «Este ha sido un tema tabú en la mayor parte del mundo», señaló Hague.

«Y lo más terrible es que el estigma y la vergüenza se cargan normalmente sobre la víctima, no sobre el criminal. Parte de nuestro objetivo -añadió- es lograr que todo el mundo hable de este problema y ese es el objetivo de esta conferencia».

La estrella de Hollywood también hizo hincapié en ese punto vital para cambiar la actitud de la sociedad en muchos lugares. «Debemos enviar un mensaje al mundo de que no es una desgracia ser alguien que ha sobrevivido a la violencia sexual. La vergüenza es para el agresor», declaró Jolie entre aplausos, dirigiéndose a la audiencia de 300 delegados reunidos en la sala de conferencias y a las televisiones de todo el mundo.

El viernes el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, que asegura haber hecho de esta causa «un combate personal», estará en el foro de Londres. Kerry quiere que la violación en tiempos de guerra se considere como «un crimen internacional de primer orden y no solo como una consecuencia inevitable del conflicto». También se contará el viernes con la presencia de Ban Ki-moon, secretario general de la ONU.

En Londres se abordará además la suerte de las 200 escolares secuestradas por Boko Haram en Nigeria. Hague va a reunirse con su homólogo nigeriano mañana y con representantes de países vecinos como Benin, Chad, Níger y Camerún.

La conferencia cuenta con una sección abierta al público, con muestras de arte, actuaciones teatrales y proyección de películas como la dirigida por Jolie sobre Bosnia, En la tierra de sangre y miel, que fue la inspiración de este encuentro global.