Bagdad. -- El clérigo radical shií Moktada al Sadr, instigador de una cruenta insurrección el pasado abril, ha vuelto a amenazar a las tropas de ocupación en Irak y ha pedido a sus partidarios a seguir con la lucha "hasta la última gota de sangre y a no reconocer un Gobierno interino que considera "ilegítimo".Al Sadr ha lanzado su nuevo desafío mediante un comunicado distribuido anoche por su oficina en la ciudad santa de Nayaf, 180 kilómetros al sur de Bagdad."Prometemos al pueblo iraquí y al mundo entero que continuaremos resistiendo a la opresión y a la ocupación hasta la última gota de nuestra sangre. La resistencia es un derecho legítimo y no un crimen que tenga que ser castigado", ha proclamado el joven religioso."Anunciamos que el actual Gobierno es ilegítimo e ilegal. Está siguiendo las órdenes de la ocupación. Exigimos una soberanía plena e independencia para celebrar unas elecciones libres", continuaba su comunicado.RectificaciónHace pocos días, el propio Al Sadr aseguró que estaba dispuesto a colaborar con el nuevo Gobierno, y los seguidores de su movimiento manifestaron que estaban preparados para transformar el "Ejército de Al Mahdi", su milicia armada, en un partido político.El pasado 28 de marzo, el joven clérigo hizo estallar una revuelta en todas las ciudades shiís iraquís que costó la vida a decenas de personas y puso en jaque durante más de un mes al Ejército estadounidense.La insurrección concluyó con un acuerdo de alto el fuego entre las tropas de ocupación y "el Ejército del Mahdi", la milicia armada que controla.Sin embargo, Al Sadr contradijo anoche una vez más sus propias palabras y manifestó que no habrá "tregua alguna con el ocupante y aquellos que cooperen con él".El clérigo hizo estallar la insurrección tras observar como tropas ocupantes clausuraban su periódico, arrestaban a uno de sus lugartenientes y ordenaban su detención en relación con el caso del asesinato de un clérigo rival perpetrado en Nayaf.Tras dos meses de luchas en varias zonas del sur del país y en el suburbio Sadr City, en Bagdad, el Ejército estadounidense anunció que dejaban en manos de las autoridades iraquís el contencioso con este clérigo, incluida su detención.Nueva ley de seguridad nacionalPor otra parte, el Gabinete de transición que dirige el primer ministro, el también shií Iyad Alaui, ha cancelado la comparecencia en la que al parecer se iba presentar la nueva ley de seguridad nacional.Esta ley prevé la imposición del estado de excepción y el toque de queda en aquellas partes del país que las que se entienda necesaria su aplicación si las condiciones de seguridad así lo requirieren.Un portavoz del Ejecutivo ha comunicado a la prensa que todavía no se ha decidido cuando tendrá lugar el anuncio oficial, y se ha marchado sin dar más explicaciones sobre este nuevo retraso.Desde que el Gobierno tomó oficialmente las riendas del país hace una semana, varios de sus miembros han asegurado que impondrían una serie de medidas drásticas, encaminadas a poner fin a la violencia que sacude Irak.Entre esas normas se citan la reinstauración de la pena de muerte, abolida por Estados Unidos cuando ocupó el país y el ofrecimiento de una amnistía parcial para los rebeldes que no hubiesen cometido delitos de sangre.El Ejecutivo de transición denuncia, además, que gran parte de los problemas de seguridad del país proviene de la permeabilidad de las fronteras con algunos vecinos, a los que acusa de permitir la entrada libre de radicales islámicos.El ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Hoshyar Zibari, culpo directamente el domingo a Siria e Irán, horas antes de que esta mañana la policía de su país detuviera a dos ciudadanos iranís que al parecer preparaban un atentado.Según fuentes policiales, los dos iranís estaban bloqueados en un atasco en el distrito bagdadí de Al Talibia cuando han despertado las sospechas de una patrulla.Se trata de los primeros extranjeros detenidos por actividades ilegales en Irak, según ha declarado un portavoz el ministerio de Interior.