Tropas norteamericanas e iraquís tomaron ayer posiciones en torno a la ciudad de Faluya, en lo que parece ser el preludio de la gran ofensiva anunciada esta semana por el primer ministro iraquí, Iyad Alaui. Ante la inminencia de un ataque, los clérigos de la ciudad amenazaron con movilizar a la población y declarar la guerra santa a EEUU y "sus aliados iraquís". Los esfuerzos para alcanzar un alto el fuego cayeron finalmente en saco roto y, ayer mismo, soldados de EEUU arrestaron al jefe de la delegación rebelde que negociaba una tregua con el Gobierno interino.

Más de un millar de militares norteamericanos e iraquís, apoyados por tanques de combate, estrecharon el cerco en torno a la ciudad, epicentro de la resistencia suní y blanco casi diario de los ataques aéreos estadounidenses. Los bombardeos de la noche del jueves y la mañana de ayer, primer día del mes sagrado del Ramadán, mataron a cinco personas y dejaron heridas a otras 17 víctimas.

INTENSA ACTIVIDAD MILITAR Desde los sangrientos combates del pasado mes de abril, nunca antes las tropas norteamericanas habían desplegado tanta actividad militar alrededor de la ciudad, lo que hace prever un ataque a gran escala como el que se registró a principios de este mes en la ciudad de Samarra, al norte de Bagdad, donde más de 150 personas perdieron la vida.

Mientras la fuerza multinacional se dirigía a Faluya, soldados estadounidenses detuvieron al jeque Jaled Hamud al Yomeili, principal interlocutor de la delegación suní que mantenía negociaciones con el Ejecutivo iraquí para alcanzar un acuerdo de pacificación. Ante la inminencia de una gran ofensiva aérea y terrestre de la fuerza multinacional, muchos vecinos prefirieron marcharse de la localidad.

Las negociaciones entre ambas partes se rompieron después que el primer ministro Alaui amenazara con atacar la ciudad si las autoridades locales no entregaban al jordano Abú Musab al Zarqaui, líder de Al Qaeda en Irak y responsable de numerosos atentados y asesinatos de rehenes. Los jefes tribales y líderes religiosos de la ciudad han negado que Zarqaui y sus hombres se escondan en Faluya.

AMENAZADOR COMUNICADO Ayer, durante la plegaria de los viernes, los imanes de las mezquitas sunís leyeron un comunicado de los clérigos de Faluya en el que aseguran que Zarqaui se ha convertido para los norteamericanos en "el pretexto para arrasar casas y matar a civiles inocentes". También advirtieron de que llamarán a la desobediencia civil a todos los iraquís en el caso de que Alaui cumpla con su amenaza. Si aún así se produce el asalto, movilizarán a la población iraquí y declararán la guerra santa a "las tropas de ocupación, así como a quienes colaboren con ellas".

En la capital, a primera hora de la mañana, un coche bomba cargado con 300 kilos de explosivos, estalló al paso de dos vehículos de la policía iraquí en el barrio de Al Dura, situado al sur de la capital. Según fuentes militares estadounidenses, la explosión acabó con la vida de 10 civiles iraquís e hirió a cuatro policías.

UN BRITANICO ABATIDO Además, un guarda de seguridad británico, empleado de una compañía privada, fue abatido en las proximidades de la localidad de Kirkuk, al norte del país. La víctima trabajaba para la empresa ArmorGroup.

En Washington, el Departamento de Estado norteamericano puso formalmente a Zarqaui y al grupo Monoteísmo y Guerra Santa en la lista de las organizaciones terroristas internacionales, informa France Presse. La decisión incluye la imposición de sanciones económicas y la congelación de los haberes financieros que la organización terrorista podría tener en EEUU.