El Ejército israelí intensificó ayer su operación militar Días de Penitencia en el norte de la franja de Gaza, que ya dura más de dos semanas. Después de que dos cohetes caseros Qasam cayeran en la ciudad israelí de Sderot, los soldados se desplegaron en la localidad de Beit Lahia y aumentaron su presión sobre la población.

Los Qasam no causaron víctimas en Sderot, mientras que la operación militar israelí se cobró la vida de tres palestinos más. Las víctimas --militantes de Hamás y de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, según fuentes palestinas-- fueron alcanzadas en dos bombardeos desde helicópteros Apache en Beit Lahia, cuando se enfrentaban a soldados israelís.

Mientras, el Ejército suspendió al comandante acusado matar de 20 balazos a una niña de 13 años en el campo de refugiados de Rafah la pasada semana. Ayer falleció otra menor de 12 años herida el lunes en el campo de refugiados de Jan Yunis.

La Autoridad Nacional Palestina investigaba ayer el atentado que sufrió el lunes Musa Arafat, primo de Yasir Arafat, jefe de varios cuerpos de seguridad en la franja. En Cisjordania, el Ejército detuvo en Hebrón a Imad Kawasme, considerado jefe de Hamás en la ciudad de los patriarcas y organizador de un doble atentado suicida que el 31 de agosto mató a 16 personas en Bersabé.