"Esto es inaceptable". El presidente de Colombia Juan Manuel Santos ha reaccionado con "indignación" a las denuncias de la revista Semana según las cuales el comandante de las Fuerzas Militares, general Leonardo Barrero, forma parte de una red de corrupción dentro del Ejército que ha permitido, sobre la base de un manejo oscuro de las compras y licitaciones de esa institución, el enriquecimiento ilegal de altos oficiales, algunos de ellos involucrados a su vez en violaciones a los derechos humanos.

"He dado instrucciones al Ministro de Defensa para que de inmediato proceda con las decisiones contundentes y ejemplarizantes", ha dicho Santos. Para el Gobierno, las revelaciones periodísticas suponen un verdadero varapalo político: se conocen a unos 100 días de la primera vuelta de los comicios presidenciales, en los que Santos se juega sus aspiraciones de permanecer en el poder por otros cuatro años y, en medio de las negociaciones de paz que lleva adelante el Estado colombiano con las FARC.

Buena parte de la clase dirigente política no deja de hablar de la portada de Semana. “Los negocios del Ejército”, lleva por título. Las grabaciones en manos de la Comisión de Acusaciones del Congreso, a las que tuvo acceso, son, a su criterio, "comprometedoras". "En los audios queda claro que son muchos los contratos amañados y asignados ‘a dedo’. También hay evidencia de que se obtienen mediante el uso de información privilegiada que permitiría conocer de antemano pliegos de licitaciones, como el plan de compras de varias unidades del Ejército. En todos los contratos que aparecen en las grabaciones, el común denominador son millonarias ‘tajadas’ que se reparten en varias manos. Algunos de los beneficiados de esos contratos -que serían avalados por algunos generales- son altos oficiales, condenados y sindicados por los llamados falsos positivos", recoge la publicación.

Defensa de su inocencia

"Tengo plena tranquilidad moral de que no he intervenido en ninguno de los procesos de contratación a los que hace referencia la publicación", ha dicho el general Barrero. 'Semana' ha basado su informe en cientos de horas de grabaciones magnetofónicas que tiene en su poder desde hace dos años la Comisión de Acusaciones del Congreso.

De acuerdo con la revista, parte del dinero de los contratos adjudicados por el Ejército para la compra de equipos, material de intendencia y hasta de la gasolina para los vehículos habría ido a parar a cuentas de militares presos por violaciones a los derechos humanos.

La presunta red corrupta tiene giraría alrededor del coronel del Ejército Róbinson González del Río, detenido desde 2012 por el escandaloso caso de los “falsos positivos”, como se llamaron a las ejecuciones extrajudiciales de civiles a los que se hacía pasar por insurgentes. El tema de los “falsos positivos” salió a luz cuando Santos era ministro de Defensa del presidente Álvaro Uribe, quien hoy es su adversario principal.

El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, reveló que “se está haciendo un análisis juicioso para poder tomar las determinaciones que sean necesarias y de manera oportuna sabremos implementar y explicar” lo que está sucediendo. Advirtió que el Gobierno no aceptará la corrupción en ningún caso ni en ningún sentido.