Los graves problemas de conducta de los soldados estadounidenses desplegados en Irak y Afganistán están más extendidos de lo que muestra la investigación de las torturas en la cárcel de Abú Graib. La División de Investigaciones Criminales y otras unidades del Ejército han abierto durante el último año y medio expedientes en 91 casos en los que se abusó de detenidos y de civiles. La cifra, superior a la conocida, fue revelada ayer por The Washington Post gracias a la filtración de un alto mando del Ejército.Al menos 59 de las 91 investigaciones están cerradas, aunque sólo se han tomado medidas disciplinarias contra varios soldados. De esas pesquisas, 42 estudiaban casos cometidos en centros de detención, pero otras 49 son sobre abusos producidos fuera.De estos últimos abusos, ocurridos en Irak y en Afganistán, tres incluyen la muerte de iraquís, 28 fueron asaltos en los que los soldados están acusados de golpear a civiles o disparar para intimidarlos, y 18 fueron en redadas.