El Gobierno francés anunció hoy su decisión de intensificar el control sobre la comercialización de frutas y hortalizas en un contexto de crisis ligado al cierre de la frontera rusa a los productos europeos y estadounidenses. La medida, de cuyo cumplimiento se encargará la Dirección General de Consumo, Competencia y Represión de Fraudes (DGCCRF), tiene carácter "preventivo", indicaron en un comunicado conjunto el ministro de Agricultura, Stéphane Le Foll, y la secretaria de Estado de Comercio, Artesanía y Consumo, Carole Delga.

Los controles se aplicarán prioritariamente a las frutas de temporada, como los melocotones, y buscan hacer respetar las reglas ligadas al dispositivo de precio post-venta. Se trata, según esa nota, de comprobar en concreto que durante el transporte de la mercancía esta dispone del precio de venta en la factura o albarán, orden de pedido o el documento que vincula al proveedor con el intermediario.

Antes de que Rusia anunciara la semana pasada la prohibición durante un año de la importación de todos los alimentos perecederos procedentes de los países que adoptaron sanciones contra Moscú por su papel en la crisis ucraniana, los productores franceses ya habían denunciado a los españoles por "competencia desleal". El refuerzo de esta campaña, según subrayaron los medios locales, busca evitar la llegada de productos sin precio preestablecido, que desplome las tarifas al venderse en territorio francés.