Domenico Lucano, el alcalde de Riace, convirtió a su pequeña ciudad en el símbolo mundial de la acogida de inmigrantes y refugiados. Una realidad compleja que, ahora, en Italia es tema de polarización social y que ayer llevó al primer edil, de 60 años, a una situación de arresto domiciliario bajo la acusación de favorecer la inmigración irregular. Matteo Salvini, vicepresidente y ministro del Interior italiano, lo festejó. «Quién sabe qué dirán ahora todos esos bienpensantes que quieren llenar a Italia de inmigrantes», comentó Salvini, cuyo ministerio bloqueó en los pasados meses las ayudas económicas para inmigrantes que Riace, un pueblo incrustado en una tierra (Calabria) golpeada por la mafia, recibía.

De acuerdo con una larga y detallada nota de la Guardia de Finanzas italiana, que ejecutó la medida por orden de la Fiscalía de Locri, Lucano habría organizado «matrimonios de conveniencia entre ciudadanos de Riace y mujeres extranjeras», para que estas últimas lograsen el permiso necesario para residir en el país.

Un delito por el cual, de acuerdo con la ley Bossi-Fini del 2002, la pena es de hasta cinco años de reclusión y 15.000 euros de multa. La misma acusación recayó sobre la compañera sentimental de Lucano, Tesfahun Lemlem, a quien también se le comunicó la prohibición de residencia en Italia. La fiscalía informó de que las medidas se emitieron tras una investigación sobre la «gestión de los fondos del Ministerio del interior y de la Delegación de Gobierno de Reggio Calabria al Ayuntamiento de Riace para la acogida de refugiados y solicitantes de asilo político». Pero especifica que aunque la gestión de fondos puede ser considerada «desordenada» no se han cometido ilegalidades ni malversación.

«He llorado», dijo el vicealcalde de Riace, Giuseppe Gervasi. «Este Gobierno, a través de una investigación judicial, de la que Mimmo (Domenico) sabrá defenderse completamente, ha realizado su primer paso para la transformación de Italia en un Estado autoritario», afirmó el escritor Roberto Saviano, autor de Gomorra. Saviano, al igual que el papa Francisco y el cineasta Wim Wenders -que incluso en el 2010 le dedicó un documental (Il Volo) al renacer de Riace-, halagaron y defendieron, en los últimos años, a este alcalde que ha sido considerado uno de las 40 líderes mundiales más influyentes, según la revista Fortune. Por el contrario, Salvini dijo de él que era un «cero».

RECORTES EN LA ACOGIDA / En junio de este año, Salvini anunció recortes en el sistema de acogida italiano, incluyendo el llamado Programa Nacional de Asilo (SPRAR), uno de los proyectos de integración más exitosos que ha tenido Italia. Un golpe directo a Lucano quien, gracias a sus iniciativas, le consiguió dar una vida a Riace, un pueblo, como tantos del sur de Italia, que sufre de la galopante despoblación de jóvenes en búsqueda de un futuro mejor en otros lares. La historia de Riace, y de cómo pasó a tener 2.500 habitantes, de los que un tercio son inmigrantes, dio la vuelta al mundo. Aunque muchos de los inmigrantes que pasaron por allí, siguieron su rumbo hacia otros lugares, otros tantos se quedaron y las casas abandonadas fueron restauradas con fondos europeos para crear viviendas, se crearon talleres artesanales y se abrieron nuevos restaurantes. De nuevo el pueblo tuvo una guardería y un colegio donde se imparten varios idiomas.

El episodio de Riace ha encendido las alarmas en el mundo de la cooperación. «Mimmo Lucano ha llevado adelante un proyecto de acogida que tuvo importantes reconocimientos internacionales», recordó la expresidenta del Congreso italiano y antigua portavoz de ACNUR, Laura Boldrini.

«Se trata de un nuevo ataque contra los que se ocupan de la acogida», afirmó la asociación Progetto Diritti, al sumarse a una protesta que se llevará a cabo este sábado. Una primera manifestación tuvo lugar ayer. Cientos de personas protestaron en Roma contra el arresto domiciliario del alcalde Lucano.

CÁNTICO PARTISANO / La concentración tuvo lugar en la plaza del Esquilino de la capital italiana bajo el lema Arréstenos a todos, organizada por distintas organizaciones en favor de los derechos de los inmigrantes y que entonaron cánticos como el partisano Bella ciao. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que el pasado verano visitó Riace y destacó su «ejemplo de buen política en la acogida» de refugiados e inmigrantes, pidió ayer una «reacción» de las ciudades europeas ante el arresto de Lucano. «La Italia de Matteo Salvini persigue y detiene a Mimmo Lucano… ¡Las ciudades europeas debemos reaccionar! ¡BCN con Riace!», escribió Colau en Twitter.

En la misma línea se expresó también la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, quien subrayó que «no se entiende que quien pone su solidaridad sea perseguido». «Madrid estará siempre con los derechos humanos y las ciudades que como Riace, acogen y abrazan», escribió Carmena en la misma red social.