Las relaciones entre Israel y Egipto viven su momento más delicado de los últimos tiempos. El Ejército israelí mató ayer a tres soldados egipcios en la frontera de Rafah cuando "por un error profesional y operativo", según la explicación oficial de los militares israelís, un tanque disparó contra ellos de madrugada al confundirlos con activistas palestinos.

Rápidamente, el Gobierno de Ariel Sharon pidió perdón por todos los canales posibles: el diplomático --el primer ministro llamó al presidente egipcio, Hosni Mubarak-- y el mediático: una disculpa televisada por Al Jazira. Sharon explicó a Mubarak que fue un error y prometió una investigación. Mubarak aceptó las disculpas y dijo que entendía que se había tratado de un accidente.

Sin embargo, el Ministerio de Exteriores egipcio fue más contundente: "Egipto exige a las autoridades israelís que ordenen una inmediata investigación". Por otra parte, cinco pequeñas facciones palestinas anunciaron ayer su intención de presentar una candidatura única.