El Ejército de Israel ha ordenado a 100.000 habitantes del norte de Gaza que abandonen sus domicilios ante la inminencia de una nueva ofensiva militar contra objetivos islamistas después de que el martes el Gobierno de Benjamin Netanyahu diera por roto el brevísimo alto el fuego --de apenas 24 horas-- acordado con Hamás --que no llegó a aceptarlo-- con la mediación de Egipto.

Según fuentes militares "unas 100.000 personas" han recibido mensajes para evacuar sus casas, hecho que han confirmado a la agencia AFP vecinos del enclave palestino.

La madrugada ha sido tensa en la zona. Las tropas israelís han lanzado nuevos ataques sobre Gaza que han dejado al menos siete muertos que elevan a 204 los fallecidos desde que el pasado 8 de julio empezaron los enfrentamientos. De estas siete víctimas, cuatro han muerto en ataques sobre Rafah; uno de ellos un supuesto activista de la Yihad Islámica y otro, un joven de 19 años que estaba en la residencia familia. Los otros tres han fallecido en bombardeos en la localidad de Jan Yunis.

Los domicilios de activistas de Hamás y de su brazo armado son objetivos prioritarios del Ejército israelí, además de los lugares donde se encuentran las infraestructuras de las milicias.

Israel registró este martes su primera víctima mortal; un voluntario que llevaba comida a los soldados en el paso de Erez, al norte de Gaza.