El Gobierno reformista de Irán, encabezado por el presidente, Mohamed Jatami, sopesa anular las elecciones legislativas del próximo 20 de febrero, según anunció ayer Abdulá Ramezanzadeh, portavoz del Ejecutivo. "No podemos organizar un escrutinio que no será ni sano ni libre", dijo Ramezanzadeh al anunciarse que el ultraconservador Consejo de Guardianes de la Constitución vetó la reforma de la ley electoral aprobada por el Parlamento.

La Cámara --de mayoría progresista-- votó el domingo por la vía urgente dos enmiendas a la norma que pretendían quitar poder al organismo clerical para que el Consejo de Guardianes no pudiera vetar a 3.600 candidatos progresistas que se presentaron a los comicios. El principal motivo esgrimido por los religiosos es que esos políticos no son leales al islam. Esta medida fue considerada por el Gobierno como "un golpe de Estado encubierto".

Centenares de alcaldes, gobernadores, diputados y varios ministros volvieron a amenazar ayer con su dimisión.