Como si nada hubiera pasado el día anterior, Gaza se desperezó de su jornada de guerra con un cielo azul, limpio de cualquier vestigio de lucha. Los niños del campo de refugiados Beach , en la ciudad de Gaza, se bañaron en el mar aprovechando una jornada casi veraniega e incluso se afanaron en extraer del mar las redes, en busca de pescado fresco.

En las calles, aparente tranquilidad durante el día. Muchos comercios cerrados y menos gente en el ir y venir habitual de esta activa ciudad. En el estadio Valmour de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), decorado para la ocasión con banderas de Hamas y de la ANP, se organizó la ceremonia de condolencia, en la que los miembros masculinos de las familias, alineados bajo un improvisado toldo, recibieron el pésame no sólo de los familiares, amigos y vecinos de Gaza, sino también de dirigentes de Al Fatah, la Yihad y otros partidos.

Miembros de la familia de Ahmed Yasín recibieron el pésame, al tiempo que numerosos militantes y periodistas se acercaban a ellos para conocer las posibles nuevas consignas de Hamas. Entre los familiares presentes se encontraba Yusuf Abdulá, padre de Amir, de 18 años, uno de los guardaespaldas de Yasín, asesinado junto al líder espiritual del movimiento islamista. Para Abdulá, la pérdida de Yasín fue mucho más dolorosa que la de su propio hijo, que al fin y al cabo, "era uno más" de los activistas, mientras que con la muerte del "visionario Yasín hemos perdido a un símbolo". Su deseo: "Que mis otros cuatro hijos sigan el ejemplo de Amir y se conviertan en mártires". Abdulá considera que hay que hacer grandes sacrificios para lograr la independencia de Palestina y dijo sentirse "preparado" para perder a sus seres queridos. En el cementerio de Raduán, los niños conversaban alrededor de la tumba de Yasín.

Una sensación extraña se apoderó de toda la ciudad, en una jornada soleada donde todos miraban al cielo, a la espera de una nueva acción militar israelí, que podía llegar en cualquier momento. Por el momento, la única respuesta palestina fue ese deseo, palpable en las calles, de vengar a Yasín.

Mientras la tarde avanzaba y los cazas israelís surcan el cielo, se preparó un anuncio, tildado de "temporal". Se trata del nombre del nuevo líder de Hamas en Gaza: Abdelaziz Rantisi, para muchos, representante del ala dura de este movimiento. Y su nombramiento fue recibido en las calles con otra demostración de fuerza de militantes de Hamas y de las Brigadas de Al Aqsa, exhibiendo kalashnikovs y disparando al aire.

Además, muchos palestinos se acercaron en autobuses llenos a rebosar desde distintas partes de Gaza, desde lugares donde no existen los habituales controles militares que jalonan los territorios.

Líder alternativo

Entre los asistentes se encontraba Ahmed, líder del sindicato de estudiantes de la universidad islámica de Gaza, vinculado a Hamas, quien señaló que este movimiento "será capaz de sobrevivir al jeque Yasín" con un líder alternativo. Muchos palestinos se acercaron, con pancartas y fotos del difunto, porque había que despedirse de una persona que realmente se había ocupado de los palestinos "creando una red de beneficiencia". Otros, preguntados por su actitud frente a los suicidas, aseguraron que no existen suicidas en el islam, sino "mártires" que luchan por la causa palestina.

La aparente tranquilidad del día se convirtió por la noche en inseguridad, y se escucharon tiros y el vuelo rasante de los cazas.