La despedida de José María Aznar de Europa ha dado lugar, como era de esperar, a todo tipo de análisis por parte de los testigos de excepción de la construcción europea, que son los corresponsales permanentes en Bruselas. Curiosamente, la mayoría, sin distinción de tendencias ideológicas de los medios de comunicación a los que representan, ha coincidido en destacar la influencia esencialmente negativa que ha tenido el presidente del Gobierno de España para la construcción europea. Debido a su intransigencia, en temas como el sistema de voto o la Constitución, acabaron por ponerle el apodo de Míster No .

Entre los veteranos, figura el corresponsal del diario francés Libération , Jean Quatremer, al evaluar el papel de Aznar en Europa, dice con pasión: "No hay que creer que con Felipe González España era un socio fácil. España es un gran país, un antiguo imperio que tiene intereses nacionales e internacionales que defender. Pero la diferencia es que Felipe negociaba, mientras que ese bigotudo quería crecerse más que los toros".

Quatremer recuerda la cumbre europea de 1992 en Edimburgo, donde "Felipe negoció a cara de perro durante dos noches para obtener lo máximo en ayudas para España, pero todo el mundo sabía que, aunque negociara duramente, por encima de todo estaba Europa y tenía que contemporizar con los socios francoalemanes. Aznar hizo todo lo contrario", dice Quatremer.

El periodista reconoce, no obstante que el presidente en funciones del Gobierno español logró "todo un éxito al conseguir situar a España entre el primer grupo de países que adoptó el euro".

La marginación de España

Pero el corresponsal de Libération ha visto "horrorizado" en estos últimos tiempos cómo España apostaba por "alianzas de circunstancias con la periferia de Europa", facilitando "la construcción de dos Europas". "Es un milagro que fuera derrotado, porque esto permitirá poner fin a una marginación de España que comenzaba a superar la del Reino Unido de Margaret Thatcher".

Para el italiano Andrea Bonnanni, jefe de la delegación del diario La Repubblica en Bruselas, Aznar "ha supuesto un cambio radical en la actitud de España hacia Europa". "Para Felipe González Europa era un punto de referencia, igual que la OTAN, porque él trataba de integrar España en Occidente y en Europa, mientras que Aznar tenía otra visión más pragmática y más egoísta". Según Bonnanni, Aznar tiene "una visión puramente contable". Rainer Koch, del Financial Times de Alemania, apunta que Aznar siguió las tesis de Bush "a ciegas y sin reflexionar sobre las consecuencias".

En una línea completamente distinta, el corresponsal de la radio francesa Europa 1, Jean Bernard Cadier, destaca "la mala suerte de Aznar". Y añade: "Ningún gobernante se merece acabar así su mandato". También denuncia la "hipocresía de los medios y los políticos de la derecha francesa, que pasaron en 24 de ensalzar a Aznar a tratarlo de traidor".