Las autoridades de Malasia que investigan la desaparición del avión de Malaysia Airlines con 239 personas a bordo el pasado 8 de marzo han aportado una nueva versión del último mensaje que transmitió el vuelo MH370 antes de esfumarse de los radares. Si el pasado 17 de marzo, los investigadores aseguraron que el último mensaje fue "todo bien, buenas noches" pronunciado por el copiloto, ahora han señalado que la última comunicación de la cabina --no indican si la pronunció el piloto o el copiloto-- fue "buenas noches Malaysian 370"; una frase más formal que la apuntada inicialmente.

Esta corrección de la primera versión se produce en un momento en que Malasia está en el centro de las críticas de los familiares del avión desaparecido, principalmente de los ciudadanos chinos, que eran mayoría en en vuelo MH370. Estas familias han acusado reiteradamente a las autoridades malasias de ocultar información y han criticado cómo están llevando a cabo las investigaciones.

"Confirmamos que la última conversación en las transcripciones entre los controladores aéreos y la cabina (del vuelo MH370) fue a las 01.19 (hora malasia) y fue 'Buenas noches Malaysian 370", ha afirmado un portavoz del Departamento de Aviación Civil. Los investigadores malasios tratarán ahora de aclarar quién pronunció el último mensaje, el piloto o el copiloto.

Minutos después de este mensaje, pronunciado cuando el avión abandonaba el espacio aéreo malasio en su ruta de Kuala Lumpur a Pekín, se perdió la pista del aparato. Equipos de varios países buscan desde entonces el paradero del avión. Por el momento solo han localizado posibles restos, aunque no se ha confirmado que pertenezcan al avión.

En busca de la caja negra

Este martes ha salido hacia la zona de búsqueda, donde se cree se estrelló el avión, un barco australiano que lleva a bordo equipo especializado para detectar cajas negras. El 'Ocean Shield', que lleva un localizador de cajas negras y un pequeño submarino no tripulado, tardará unos tres días en llegar a esta zona situada a unos 1.850 kilómetros al oeste de la ciudad de Perth.

Una vez en la zona de búsqueda, el 'Ocean Shield' arrastrará el equipo a cinco kilómetros por hora para intentar captar la señal de la caja negra del avión, cuya batería se cree que puede durar una semana más. "Tenemos como una semana, pero depende de la temperatura del agua, su profundidad y la presión, así como de la duración de la batería", ha explicado el ministro australiano de Defensa, David Johnston.