El mandato presidencial ruso es de cuatro años y un jefe del Estado no puede permanecer en el cargo más de dos mandatos.

La participación debe superar el 50% en la primera vuelta para que la elección sea válida. Si no se alcanza esta cifra, se deben repetir los comicios. Un candidato debe recibir más del 50% de los votos para ser proclamado presidente. Si no es el caso, se repetirá la elección entre los dos candidatos más votados en un plazo de 21 días.

Ganará el candidato que reciba el mayor número de votos. Si la opción que gana es la que aparece en la papeleta bajo el epígrafe contra todos los candidatos, la elección se considerará inválida. La publicación de encuestas está prohibida desde cinco días antes de las elecciones.