La aviación iraquí, en coordinación con los servicios de la inteligencia militar, ha lanzado este miércoles ataques sobre posiciones del Estado Islámico (EI), en los que han muerto al menos 70 supuestos extremistas, según han informado fuentes oficiales.

Paralelamente, las explosiones de seis coches bomba en diferentes puntos de Bagdad han dejado 13 muertos y 25 heridos.

Dos explosiones simultáneas han matado a 7 personas en el distrito chiíta de Sadr City, al norte de la capital, y otro coche bomba ha matado a otras 5 cerca de un mercado en el barrio de Ur, al norte de la ciudad de Sadr.

Bombardeo contra insurgentes sunís

La televisión estatal iraquí ha precisado que el bombardeo, en el que ha muerto un destacado yihadista, se ha producido cerca del santuario de Sharif al Din, junto a la ciudad de Sinyar, en el norte del país, que fue destruido por completo.

En junio pasado, el Estado Islámico se hizo con el control de Mosul, la segunda ciudad de Irak, y a partir de entonces continuó con su conquista hacia otras regiones, entre ellas Sinyar, lo que le acerca al último paso fronterizo con Siria que le falta por dominar.

Recuperar los territorios ocupados

Para evitar su expansión, el primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki, anunció hace dos días que las fuerzas aéreas de Irak apoyarán a los 'peshmergas' (fuerzas kurdas) para recuperar los territorios ocupados por los insurgentes sunís, a pesar de las tensiones con las autoridades kurdas en los últimos meses. Miles de 'peshmergas' están desplegados en torno a Sinyar para tratar de recuperar esta zona.

Al hacerse con el control de Sinyar hace dos días, el Estado Islámico desencadenó una crisis humanitaria que ha sido denunciada por la ONU, ya que los residentes de la ciudad tuvieron que huir a las montañas de los alrededores y permanecen atrapados allí.