Al menos 13 personas han muerto --entre ellas dos niños, cuatro mujeres y cuatro extranjeros-- y varias han resultado heridas en un ataque contra el Hotel Serena de Kabul, uno de los mejor protegidos de la capital de Afganistán y frecuentado por ciudadanos de otros países. En el atentado, que ya ha sido reivindicado por los talibanes, también han fallecido los cuatro insurgentes que han perpetrado el ataque, según han informado fuentes oficiales.

Entre los fallecidos en el atentado terrorista, cometido la noche del jueves, hay cuatro ciudadanos --dos de ellos mujeres-- de Nueva Zelanda, Canadá, Pakistán y la India, ha detallado el portavoz del Ministerio del Interior afgano, Sediq Sediqi, en una rueda de prensa este viernes. Uno de los muertos es el periodista de la agencia France Press Sardar Ahmad, que se encontraba en el hotel junto a su esposa y sus dos hijos, que también han fallecido. Cuatro civiles más han resultado heridos mientras que las fuerzas de seguridad han matado a los cuatro terroristas.

El ataque al Serena, situado en el centro de Kabul junto al palacio presidencial, empezó el jueves hacia las 21.00, hora local (17.30 en España) y finalizó dos horas y media después, tras un intenso tiroteo. Sediqi ha detallado que los asaltantes vestían de civiles y entraron en el hotel "con pequeñas armas ocultas en sus calcetines" tras convencer a los guardias de seguridad de que iban a cenar. Afganistán celebraba ayer la llegada del Año Nuevo afgano 1393.

Hotel blanco de atentados

De acuerdo con el portavoz, las fuerzas de seguridad mataron a dos de los atacantes en el restaurante del hotel, a un tercero en un cuarto de baño y al cuarto en los alrededores del inmueble.

Este no es el primer ataque de envergadura que padece este emblemático hotel de Kabul. En el 2008, ocho personas murieron, entre ellas tres estadounidenses, un francés y un noruego, en un atentado. El 18 de enero del 2010 el Serena sufrió un nuevo ataque que costó la vida a doce personas, entre ellos a siete terroristas.

Fase sangrienda del conflicto

El conflicto afgano se halla en uno de sus momentos más sangrientos desde la invasión de Estados Unidos, que propició la caída del régimen talibán hace doce años. La celebración de elecciones presidenciales en Afganistán el próximo 5 de abril ha intensificado las acciones talibanes durante las últimas semanas. Este año es el último con presencia de tropas de la OTAN en Afganistán, de acuerdo con un calendario de retirada gradual que concluirá en diciembre próximo, cuando las fuerzas locales asumirán la seguridad en todo el territorio.

En los últimos meses han aumentado los ataques contra organizaciones no gubernamentales, instituciones occidentales y lugares frecuentados por ciudadanos de otros países. El periodista sueco Nils Horner fue asesinado a tiros el pasado 11 de marzo en el centro de Kabul mientras realizaba entrevistas. A mediados de enero, 21 personas, entre ellas 13 extranjeros, murieron en un atentado contra un restaurante frecuentado por occidentales en el centro de Kabul, en uno de los ataques con un mayor número de víctimas de otros países. Y este mismo jueves, al menos 18 personas han muerto en un atentado suicida contra una comisaría en Jalalabad.