Al menos 14 personas han muerto la pasada noche en Turquía durante las protestas de manifestantes kurdos contra el asedio del Estado Islámico a ciudad kurdo-siria de Kobani, según han informado medios locales. Aunque no existen cifras oficiales, la agencia semipública Anadolu deja momentáneamente el número en doce víctimas, ocho de ellas en la ciudad suroriental de Diyarbakir, mientras que varios periódicos lo elevan hasta 14 fallecidos.

Salvo un joven que murió este martes en la provincia de Mus por el impacto de un bote de gas de la policía, las muertes son consecuencia de enfrentamientos callejeros entre activistas kurdos de izquierda y militantes islamistas. Los primeros son simpatizantes de la guerrilla del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), mientras que los segundos se identifican como seguidores de la organización Hizbullah (sin relación con el partido libanés del mismo nombre), asegura el diario 'Hürriyet'.

Esa organización, que en la década de 1990 cometió actos terroristas contra simpatizantes del PKK, supuestamente con el apoyo de los servicios secretos turcos, fue refundada en el 2012 como partido con el nombre de Hüda-Par.

CONTRA EL GOBIERNO DE ERDOGAN

El motivo de las protestas, que empezaron la noche del lunes, es la negativa del Gobierno del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, de socorrer a la ciudad sirio-kurda de Kobani, asediada por el grupo yihadista Estado Islámico, o de abrir su frontera para permitir que le llegue ayuda.

La mayoría de las víctimas de las protestas anoche, en ambos bandos, han fallecido en tiroteos callejeros, y hay decenas de heridos graves ingresados en los hospitales. Ha habido ocho muertos en Diyarbakir, la 'capital' kurda de Turquía, dos en Siirt, uno en Batman y dos en Mardin, aparte del joven fallecido en Mus, según el recuento de 'Hürriyet'.

PROTESTAS EN GRANDES CIUDADES

En numerosas ciudades de Turquía, incluidas Ankara, Estambul y Esmirna, ha habido protestas de gran envergadura, en las que se han levantado barricadas e incendiado autobuses. La policía ha cargado contra los activistas con gases lacrimógenos y cañones de agua.

En Diyarbakir "ninguna de las muertes se debe a la actuación de las fuerzas de seguridad", ha asegurado a la agencia Anadolu el ministro de Agricultura, Mehdi Eker. En esta ciudad, las autoridades han prohibido salir a la calle hasta el amanecer del jueves, mientras que en numerosos municipios de otras cinco provincias, el toque de queda es "hasta nueva orden".