La presidenta de la conservadora Unión Cristiano Demócrata de Alemania (CDU), Angela Merkel, ha instado a los jefes de Gobierno conservadores europeos a declararse contra el ingreso de Turquía en la Unión Europea (UE) e impulsar, a cambio, una asociación privilegiada con Ankara. La petición, hecha por carta, también se dirigió al Partido Popular español, que apoya la adhesión de Turquía a la UE, como también lo hacen los conservadores de Italia, el Reino Unido, Portugal, Grecia y el Benelux.

"COOPERACION" Sólo los correligionarios de Merkel en Austria y Francia comparten la posición de la CDU alemana. La carta ensalza los progresos realizados por Turquía y precisa: "No se trata de poner en duda la importancia de ese país como socio atlántico o como modelo de un Estado laico y democrático dentro del mundo islámico". Sin embargo, Merkel insiste en que eso no basta para permitir su ingreso en el seno de la Unión Europea, y prefiere un modelo de relación especial con el Gobierno de Turquía, basado en un acuerdo de "cooperación privilegiada".

La posición de Merkel es rechazada de plano por el Gobierno alemán, hasta el punto de que tanto el canciller, el socialdemócrata Gerhard Schröder, como el ministro de Exteriores, el ecologista Joschka Fischer, visitaron por separado Turquía para dejar claro el apoyo de Alemania a las pretensiones de Ankara. Los dos dirigentes afirmaron que Turquía puede jugar un papel fundamental en las relaciones de las democracias occidentales con el mundo islámico, y apoyan las gestiones que lleva adelante el comisario europeo para la ampliación, el socialdemócrata alemán Günter Verheugen, con las autoridades de Turquía.

La CDU de Angela Merkel y sus socios de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), por el contrario, dicen que hay razones de peso para oponerse a la adhesión turca. El líder de la CSU, Edmund Stoiber, asegura que, de llegar a materializarse el ingreso, el precio que se pagará deberá ser asumido principalmente "por Alemania". En concreto, Stoiber piensa que el ingreso de Turquía puede acarrear el establecimiento en Alemania de los familiares de los más de dos millones de turcos que viven en el país actualmente.

Muchos dirigentes conservadores hablan de un "gigante turco" que puede llegar a convertirse en el país más poblado de la UE. En todo caso, la posición política de la presidencia de la CDU/CSU no es compartida por todos los democristianos, como es el caso de Volker Rühe, que expresó su apoyo al ingreso turco.

Rühe fue ministro de Defensa del canciller Helmut Kohl. En declaraciones al diario Bild , afirmó que "fue el Gobierno de Kohl el que en 1997 dijo que Turquía tenía posibilidades de ingresar en la UE".