El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ha calificado de "estúpidos" y "torpes" a los servicios secretos de EEUU, ya que además de espiar a un aliado, como es Alemania, lo hace reclutando a "gente de tercera".

"De no contar con informaciones logradas de la cooperación entre servicios secretos habríamos tenido escasas posibilidades de hacer frente a amenazas terroristas en Alemania", ha admitido Schäuble, en unas declaraciones al canal público Phoenix, que se emitirán este jueves.

Ello no significa, sin embargo, que los estadounidenses "deban ir reclutando a gente de tercera clase entre nosotros", ha añadido, en relación a los dos casos detectados en una semana en Alemania de presuntos informantes o dobles espías al servicio de EEUU.

"Eso es tan estúpido que da ganas de llorar", ha afirmado, para destacar que la canciller alemana, Angela Merkel, no está precisamente "amused" -utilizando el término en inglés, por divertida- ante tales revelaciones.

Menos amenazado

Schäuble llama a devolver la situación a su lugar, al tiempo que matiza que, pese a todo, se siente "menos amenazado por los estadounidenses que por otras partes del mundo".

Las declaraciones del ministro, hombre fuerte de Merkel y titular de Interior en tiempos de Helmut Kohl, se producen en medio del estupor causado en Alemania por la detención, la semana pasada, de un doble agente y los registros efectuados ayer en el Ministerio de Defensa al detectarse un presunto informante asimismo para EEUU.

La comisión de secretos oficiales del Parlamento abordará ambas cuestiones, a puerta cerrada, mientras se suceden las críticas al proceder de EEUU.

Fuentes de Defensa habían afirmado que se tomaban "muy en serio" el asunto, mientras que el portavoz del Gobierno había admitido "claras diferencias de parecer" en materia de seguridad entre Washington y Berlín.

El Ministerio de Exteriores había recibido este miércoles mismo una segunda visita del embajador de EEUU en Berlín, John B. Emerson, que ya había sido convocado a explicarse la pasada semana, mientras que la propia Merkel ha llegado a admitir que había habido una llamada a la Cancillería del director de la CIA, John Brennan, aparentemente para clarificar la situación.

Según informaciones de los medios, el servicio de espionaje militar alemán fue el que detectó las actividades del presunto espía, empleado en el Ministerio de Defensa.

El caso sigue a la detención la semana pasada de un agente alemán de 31 años que trabajaba en la central de los servicios alemanes de inteligencia en Pullach (Baviera) y que estaba en contacto con la CIA presuntamente desde hacía dos años.