Abdalá Qaraan, el niño palestino de 11 años que fue detenido el lunes en un control del Ejército israelí cuando llevaba una carga explosiva de 10 kilos de dinamita, fue utilizado, sin él saberlo, por terroristas palestinos para pasar el artefacto. El menor, residente en el campo de refugiados de Balata, se ganaba la vida pasando paquetes y equipajes por una barrera de control del Ejército israelí cercana a Naplusa y, por ese motivo, era bien conocido por los soldados israelís.

Tras recibir información sobre la comisión de posibles atentados, el Ejército israelí reforzó el lunes los controles militares y Qaraan, que acarreaba varios bulto en un pequeño carro, levantó las sospechas de una soldado de guardia. Durante la inspección, fue descubierta, en una maleta, la carga explosiva, que debía activarse mediante un teléfono móvil.

BRIGADAS DE MARTIRES DE AL AQSA De haber explotado la carga explosiva, Qaraan se habría convertido, sin saberlo, en un suicida. "El niño no tenía ni idea de lo que llevaba en la maleta. No tenemos nada contra los niños pero sí contra los terroristas que los utilizan", declaró el portavoz del Gobierno israelí, Miri Eisin. Las sospechas están puestas en las Brigadas de Mártires de Al Aqsa, que tiene uno de sus feudos en Balata, donde vivía el menor con su familia.

Qaraan volvió ayer a la escuela. "Llegué a la barrera como todos los días y me puse a ofrecer mis servicios a la gente", narró. Y añadió: "Algunos pusieron sus paquetes en mi carro y esperé a que lo hicieran otros porque les cobro por bulto; no sé quien puso los explosivos".

PRACTICA HABITUAL Este tipo de servicios, debido a las restricciones impuestas por el Ejército en decenas de barreras de control levantadas en carreteras y rutas, han proliferado en los últimos meses. Generalmente los prestan niños y adolescentes.

En el mismo puesto de control en el que fue descubierto Qaraan, soldados israelís interceptaron ayer a un transportista que llevaba en su furgoneta una bomba de 10 kilos.

En la ciudad de Gaza, dos activistas palestinos resultaron muertos y otros 13 heridos, al ser alcanzados por tres misiles lanzados desde un helicóptero israelí Apache contra una vivienda, que resultó destrozada. Se trata de un nuevo asesinato selectivo como represalia por el ataque suicida del domingo.