Los soldados estadounidenses desplegados en Irak volvieron a tener un fin de semana negro, con la muerte de seis de ellos, cuatro en sólo unas horas. Además, entre cinco y seis miembros de una familia iraquí murieron cuando fueron atacados por soldados de EEUU en una aldea mientras celebraban una boda, un incidente que no fue confirmado por el mando militar estadounidense, informa Reuters.

Tres soldados perdieron la vida el sábado por la noche en una zona del sureste de la capital iraquí, alcanzados por la deflagración de un artefacto de fabricación casera, según fuentes del mando militar de EEUU. Otra bomba artesanal causó la muerte, horas más tarde, a un soldado de la Guardia Nacional llegado recientemente a Irak. El sábado, otros dos soldados de la Primera División de Infantería murieron en un incidente similar.

Con estas muertes, ya son 274 los soldados estadounidenses caídos en combate desde el primero de mayo del 2003, fecha en que el presidente estadounidense, George Bush, declaró el fin de las operaciones militares de envergadura. Los ataques con bombas de fabricación casera son los que últimamente están haciendo más daño a los soldados ocupantes.

VARIAS EXPLOSIONES Sólo en la noche del sábado al domingo, hicieron explosión siete de estos artefactos, mientras que otros seis pudieron ser desactivados.

Mientras, familiares de los al menos cinco civiles iraquís muertos en la aldea de Zuham, en el norte iraquí, denunciaron que los tanques estadounidenses abrieron fuego contra una casa cuando las víctimas se encontraban en su interior. Al parecer, se estaba celebrando una boda, y los soldados oyeron disparos, lo que desencadenó la respuesta de los militares. Ese incidente, que fuentes militares de EEUU no quisieron comentar, recuerda a uno mucho más mortífero que tuvo lugar en julio del 2002 en Afganistán, cuando un helicóptero abrió fuego contra una boda en la provincia de Uruzgan y mató a 48 personas.

El fin de semana también dio lugar a varias manifestaciones contra la Constitución. En la ciudad santa shií de Nayaf, cientos de estudiantes salieron el sábado a las calles para denunciar el texto adoptado el lunes pasado por el Gobierno. En Mosul, también hubo movilizaciones.