El Consejo de Seguridad de la ONU, reunido en Nairobi, apoyó ayer en una resolución la declaración en la que el Gobierno sudanés y los rebeldes del sur del país se comprometieron a alcanzar, antes de que acabe el año, un acuerdo de paz. El texto del Consejo, sin embargo, no ejerce ninguna presión respecto a la otra guerra, más reciente, que vive Sudán en la región de Darfur, limitándose a pedir al Gobierno, rebeldes y grupos armados que "inmediatamente pongan fin a la violencia y los ataques".

La reunión extraordinaria se centró en el posible fin del conflicto que enfrenta desde 1983 al Gobierno sudanés con los rebeldes sureños, y que eclipsó el conflicto en la región noroeste de Darfur, que ha causado desde febrero del 2003 más de 70.000 muertos.

Mientras, los delegados de los funcionarios de la ONU iban anoche a votar una moción de censura contra el secretario general, Kofi Annan, por "la falta de integridad, particularmente en los niveles más altos" de la organización.