Seguidores de Viktor Yuschenko, ganador de las elecciones presidenciales del pasado domingo en Ucrania, impidieron ayer que Viktor Yanukovich, candidato derrotado y primer ministro del anterior Gobierno, asistiera a una reunión del Ejecutivo. Las huestes del presidente electo están indignadas con Yanukovich porque se niega a aceptar el triunfo de su líder. Ayer mismo, la Comisión Electoral Central (CEC) examinó una queja de Yanukovich que pide la invalidación de las elecciones presidenciales, mientras el Tribunal Supremo rechazaba una de las cuatro demandas presentadas por el mismo motivo.

Centenares de opositores se congregaron a primera hora de la mañana junto a la sede del Consejo de Ministros y durante dos horas mantuvieron el cerco. Finalmente, "por caridad cristiana" se retiraron para que el funeral del ministro de Transportes, Gueorgui Kirpa, pudiera celebrarse sin contratiempos.

ACUERDO PARA DOS DIAS Según Yuri Lutsenko, otro dirigente de la oposición liberal ucraniana, el desbloqueo del edificio fue posible tras un acuerdo con el ministro sin cartera Anatoli Tolstujov, según el cual el "ciudadano Yanukovich" no trataría de entrar ni ayer ni hoy en la sede del Gobierno. Aunque según datos oficiales no definitivos el líder de la oposición ganó la repetición de la segunda vuelta con una ventaja de casi 8 puntos, Yanukovich se niega a reconocer su derrota y ha impugnado los resultados.

La CEC comenzó ayer el estudio del recurso presentado por el equipo de Yanukovich, que sostiene que la votación del domingo "no permitió establecer la voluntad expresada libremente por el pueblo". La mayoría de los analistas políticos cree que las reclamaciones no prosperarán. La comisión no anunciará los resultados definitivos hasta el lunes.