EEUU se enfrenta a nuevas dificultades para lograr que las Naciones Unidas apoyen sus planes en Irak. Francia, uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, ha iniciado una campaña para forzar a Washington a ceder más control al Gobierno interino iraquí al deber traspasar los poderes el 30 de junio. Francia quiere que se dé más autoridad a los iraquís en asuntos como la seguridad del país.

El ministro francés de Asuntos Exteriores, Michel Barnier, ha viajado a EEUU para presionar en diversos frentes para lograr una resolución. En ella quiere que se dé a los líderes que dirigirán la transición la opción de rechazar órdenes de militares estadounidenses si éstos quieren implicar a iraquís en operaciones de combate. Barnier, que ayer cenó con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, también quiere que el Gobierno provisional obtenga el control de sus 200.000 policías.

En otro frente, Rusia propone que se aprueben dos resoluciones, algo que el miércoles debatieron los 15 miembros del Consejo de Seguridad y que parece apoyar China, miembro permanente del máximo organismo.

La primera de esas resoluciones debería aprobarse cuando regrese el enviado especial de Annan, Lajdar Brahimi, que está en Irak estudiando la composición del Gobierno provisional.