El Partido Socialista francés (PS) celebró ayer modestamente su histórica victoria en las elecciones regionales de la semana pasada con la celebración de un Consejo Nacional dedicado a elaborar una "estrategia de reconquista" del poder de cara a las próximas consultas electorales. El primer secretario del PS, Fran§ois Hollande, quiso recordar que el triunfo electoral de la izquierda en las regiones "es insuficiente" para neutralizar la política del Gobierno de la derecha.

Un día después de la investidura de los 20 presidentes socialistas en las asambleas regionales, dirigentes y responsables del PS a nivel local se reunieron ayer en París para extraer las primeras lecciones del triunfo electoral, y establecer las bases de una reflexión para elaborar un proyecto político de cara a las presidenciales y legislativas del 2007.

LA "ZAPATERA" FRANCESA Los congregados pusieron los puntos sobre las íes acerca de la verdadera dimensión de la victoria de la izquierda. La única concesión al triunfalismo fue la foto de familia que se realizó de los presidentes regionales, encabezados por la única mujer, Ségol¨ne Royal, esposa de Hollande, a la que los socialistas ya llaman la "Zapatera" francesa.

El realismo se impone. El propio Hollande subrayó en su discurso la necesidad de no caer en "un espejismo engañoso" porque "no estamos ante una cohabitación de nuevo cuño". El dirigente quiso recordar que es "el Gobierno el que tiene la responsabilidad del país" y que "la derecha sigue siendo mayoritaria en el Parlamento" de París.

SIN CONTRAPODER "Tampoco disponemos de un contrapoder organizado, puesto que las regiones por sí solas no pueden hacer nada para contrarrestar los efectos de la política gubernamental", añadió Hollande. El dirigente socialista arremetió contra el presidente francés, Jacques Chirac, al asegurar que el jefe del Estado se ha construido un sistema político a medida para gozar "de impunidad". "Parece que, dos años después de iniciar su segundo mandato, comienza un interminable fin de reino", concluyó el dirigente.

Por su parte, Henri Emmanuelli, miembro del ala izquierda del PS, señaló el peligro de "confusión" que existe entre la gestión de la derecha en el Gobierno de París y la gestión poco descentralizada en las regiones. Emmanuelli propone que el PS haga "una oposición sin concesiones, para que quede claro que no estamos en condiciones de ejercer realmente el poder". Otros, como Jean-Christophe Cambadélis, artífice de la unión de la izquierda, espera que los gobiernos regionales "adopten medidas simbólicas de forma rápida y simultánea".

De cara a las elecciones europeas del próximo 13 de junio, Hollande estimó que "hay que demostrar que un camino es posible para toda la izquierda". Para materializar esta alianza, el PS se enfrenta al problema de que los comunistas son claramente hostiles a la Constitución Europea, mientras que la dirección socialista desea cimentar la unidad en torno a la "construcción de una Europa política y social".

ADVERTENCIA DE HOLLANDE El nuevo proyecto socialista para el año 2007 deberá estar terminado para finales del 2005 y será redactado por "un consejo", según indicó Hollande. Sobre esta cuestión en concreto, el primer secretario lanzó ya una advertencia a los aspirantes a lograr la candidatura a las presidenciales y les emplazó a que pongan a un lado sus ambiciones personales. "El consejo se dedicará sólo a elaborar el proyecto", enfatizó Hollande, quien, legitimado por la victoria, no está dispuesto a ceder poder.