La resistencia iraquí ha dado una vuelta de tuerca en los últimos días y ha colocado en su punto de mira a civiles occidentales que colaboran con las fuerzas de ocupación. En el último ataque, un ciudadano alemán y otro holandés fueron tiroteados ayer en su coche cerca de Hilla, en una agresión en la que también murieron dos iraquís que viajaban con los occidentales.

El administrador estadounidense, Paul Bremer, ya advirtió de que los ataques se intensificarán conforme se acelera el proceso de transición. Además, el sábado se cumple un año del inicio de la guerra.

El vehículo en el que viajaban los dos europeos --los primeros de nacionalidad alemana y holandesa que mueren en Irak desde el inicio de la guerra-- fue tiroteado en los alrededores de la localidad de Musayab, a unos 70 kilómetros de Bagdad. Los dos europeos eran ingenieros hidráulicos y trabajaban en un proyecto de explotación de un lago situado cerca de la ciudad santa shií de Kerbala. Ambos, según informó la cadena de televisión alemana ZDF, iban armados porque ya habían sufrido ataques anteriormente.

El ataque se produjo al día siguiente de que cuatro civiles estadounidenses fueran tiroteados en Mosul. Tres murieron al instante y un cuarto falleció ayer a consecuencia de las heridas que sufrió, mientras que otro más sigue grave. El patrón del ataque fue el mismo que en el que murieron los dos ingenieros europeos: el coche en el que viajaban los cinco estadounidenses --que eran misioneros de una iglesia batista con sede en Virginia que trabajaban como voluntarios en la zona-- fue tiroteado con fusiles AK47.

En el mismo Mosul, la hermana de un traductor del Ejército estadounidense murió tiroteada ayer en un barrio de la ciudad cuando se encontraba junto a su hermano.

Los ataques coincidieron con la publicación de una encuesta del Oxford Research International en la que se afirma que el 70% de los iraquís dicen que su vida va bien, mientras que el 56% creen que la situación es ahora mejor que hace un año, antes del inicio de la guerra. Según la encuesta, casi la mitad --el 49%-- cree que la invasión de Irak fue un acierto aunque el 41% considera que fue una "humillación" para los iraquís.