Alterando lo que era costumbre en su campaña (repetir machaconamente ideas), los asesores electorales de George Bush están cambiando a diario sus discursos, a veces incluso varias veces al día.

Los cambios en las intervenciones y la política de respuesta rápida empezaron a notarse el miércoles, y seguirán viéndose hasta el martes: el presidente tiene previsto hasta entonces pronunciar cuatro discursos en cuatro ciudades diferentes cada día.