El rey Mohamed VI inició ayer una visita oficial a EEUU cuyo objetivo es reforzar el papel de Marruecos como uno de sus principales aliados en la lucha antiterrorista y en la implantación de sus proyectos de reformas estratégicas en el mundo árabe. El monarca marroquí espera que Washington actúe en su beneficio en lo que respecta al conflicto del Sáhara Occidental y conseguir el apoyo necesario para que, tras la dimisión del estadounidense James Baker como enviado de la ONU para el Sáhara, el Consejo de Seguridad deseche su plan de solución del contencioso.

El proyecto, bautizado como plan Baker 2, establecía una autonomía y un referendo de autodeterminación, a lo que Marruecos se opone. El soberano marroquí se reunirá hoy con el presidente estadounidense, George Bush.