El escándalo de las torturas a presos iraquís por soldados estadounidenses aún no ha tocado fondo. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, advirtió ayer de que hay vídeos y muchas más fotografías de los abusos que empeorarán la situación si se hacen públicos. Rumsfeld pidió perdón y aceptó la responsabilidad por el escándalo, que está minando el apoyo de los estadounidenses a la guerra de Irak y ha encendido al mundo árabe, pero afirmó que no dimitirá "simplemente porque la gente trate de politizarlo".

"Las torturas sucedieron siendo yo secretario de Defensa, y asumo toda la responsabilidad", declaró ante el comité de Servicios Armados del Senado. Además de calificar de "catástrofe" los abusos, Rumsfeld presentó sus "excusas más profundas" a los presos iraquís que los sufrieron, y anunció que ha nombrado una comisión especial para investigarlos en 45 días, además de las seis investigaciones ya en curso. El jefe del Pentágono indicó también que buscará la manera de "compensar" a las víctimas por los malos tratos sufridos, porque "es lo apropiado".

INCIDENTES FUERA DE LA CARCEL Esas víctimas pueden ser muchas más ya que, aparte de los 35 casos de torturas que generaron 25 muertes y están bajo investigación, se han detectado otros 42 casos más de abusos sufridos por civiles iraquís fuera de las cárceles, que también están siendo investigados, según reveló ante el comité el secretario en funciones del Ejército, Les Brownee.

Lo peor está por llegar, advirtió Rumsfeld. "Hay otras fotos --anunció el secretario de Defensa-- que muestran incidentes de violencia física contra prisioneros, actos que sólo pueden describirse como llamativamente sádicos, crueles e inhumanos". Tales imágenes, que aún no se han hecho públicas, son "muchas". También reveló que hay "algunos vídeos". Los senadores que le escuchaban manifestaron su enfado por no haber sido informados de antemano de las fotos que exhibió la semana pasada la televisión CBS.

Durante la comparecencia --que fue interrumpida por ocho manifestantes que pidieron a voz en grito el cese de Rumsfeld--, el secretario trató de proteger al presidente, George Bush, reiterando una y otra vez que fue error suyo no "reconocer lo importante que era elevar un tema de tal gravedad a los más altos niveles, incluyendo el presidente y el Congreso".

Rumsfeld está en la cuerda floja. Aunque Bush aseguró el jueves que quiere que siga al frente del Pentágono, su dimisión fue pedida ayer por muchos periódicos, incluyendo el influyente The New York Times y el semanario The Economist . "Dimitiría si pensara que no puedo ser efectivo", dijo Rumsfeld, aunque reconoció que su cese podría ayudar a paliar el daño hecho a la imagen de EEUU.

El candidato demócrata, John Kerry, pidió a Bush que asuma su responsabilidad. "América no necesita simplemente un nuevo secretario de Defensa. Necesita un nuevo presidente", sentenció.

NUEVA DENUNCIA Mientras, en Inglaterra, la preocupación del Gobierno de Tony Blair aumenta ante el cariz que está tomando el escándalo de las torturas. El Ministerio de Defensa reconoció ayer que se investigan nuevas acusaciones del brutal comportamiento de las tropas británicas en Basora, en el sur de Irak.

Un tercer soldado del Regimiento de la Reina de Lancashire, la unidad sobre la que recaen las acusaciones, confirmó al diario Daily Mirror las denuncias de malos tratos. El soldado, citado como C , asegura que presenció, en al menos cuatro ocasiones, "palizas con puñetazos y patadas" y relata actos de sadismo.